1. Invitada en una boda


    Fecha: 13/01/2023, Categorías: Lesbianas Autor: sexgex, Fuente: TodoRelatos

    ... todavía más buena! - exclamó con voz de deseo.
    
    - ¡Por favor, Inés, no sigas! - suplique sin éxito por enésima vez.
    
    Inés se puso delante mío, yo quedé apretada contra el lavabo y ella volvió a intentar besarme, mientras sus manos acariciaban mis pechos, luego retiró el sujetador de uno de ellos, y comenzó a pasar su lengua sobre el pezón y a moverla en circulitos sobre él.
    
    - ¡Vaya tetas más ricas que tienes, Mayte!
    
    - ¡No digas eso y para de una vez!
    
    - ¿Parar?, pero si esto te encanta, tienes el pezón durisimo, vamos a por el otro.
    
    Y bajo el sujetador del otro pecho y repitió la operación y lo que decía era cierto, aquello me gustaba mucho y me estaba empezando a excitar, aunque no quería que ella se diese cuenta. Pero ella lo notaba, aunque volvió a intentar besarme y yo tampoco respondí. Mientras seguía con sus besos, una de sus manos bajo hasta mi coño y comenzó a acariciar mis braguitas que apenas tapaban mi rajita. Sus dedos subían y bajaban por ellas con mucha suavidad. Nunca me habían tocado así y sentía mucho placer, tenía que reprimirme mucho para no gemir. Ella, mientras seguía con sus dedos sobre mis braguitas, volvió a besar mi cuello y yo, en un gesto instintivo, acaricié su escaso cabello.
    
    - Vamos, Mayte, reconoce que te gusta lo que te hago.
    
    Yo no contestaba nada pero mi rostro denotaba el placer que estaba sintiendo.
    
    - ¡Bésame, Mayte, bésame!
    
    Pero yo seguía sin querer besarla hasta que retiro mis braguitas y penetro mi coño, que estaba ya muy mojado, con 2 de sus dedos, lo que hizo que se me escapara un enorme gemido de placer, cosa que aprovechó Inés para meter su lengua dentro de mi boca y yo ya deje de resistirme definitivamente. Así su lengua y la mía se movían juntas, y nuestras salivas se mezclaban.
    
    - Si estabas toda mojada, eres una zorra y eso me vuelve loca.
    
    Inés sacó sus dedos de mi coño y los llevó a mi boca.
    
    - ¡Chúpalos bien, nena, saborea tus flujos!
    
    Y así lo hice, los chupaba con cara de deseo mirando a Inés. Luego volvió a pasarlos sobre mis labios vaginales.
    
    - ¡Ahora tienes que pedirme lo que quieres!
    
    Yo la mire con cara de mucho deseo.
    
    - ¿Qué quieres que te haga, Mayte?-
    
    - Quiero que me folles, Inés.
    
    - ¿De verdad, Mayte?
    
    - Si, fóllame, Inés.
    
    Inés introdujo sus dedos en mi coño y yo respondí con un potente gemido. Sus dedos entraban y salían de mi humedisimo coño, una y otra, a veces, se detenían un momento y acariciaban mi clítoris, lo que me volvía loca. Yo ya no me reprimía y gritaba, gemía y temblaba de placer.
    
    - Eres una zorra y estás buenísima, en cuanto te he visto, sabía que iba a follarte - me decía Inés mientras sus dedos me penetraban cada vez más rápido y me besaba el cuello y las tetas.
    
    Yo ya no podía más, sentía un placer que me abrumaba y estaba a punto de explotar. Así, llegué al orgasmo y grité de tal manera que no me oyó nadie porque abajo seguía la música.
    
    Me quedé quieta pensando en lo que había pasado mientras Inés me besaba, ...