1. Invitada en una boda


    Fecha: 13/01/2023, Categorías: Lesbianas Autor: sexgex, Fuente: TodoRelatos

    Esto me ocurrió en una boda. Primero me llamo Mayte, casada de 44 años, soy rubia, llevo el pelo largo y tengo buen cuerpo, quizás me sobra algún kilito, pero mis pechos son grandes y mi trasero también. Aquel día era la boda de un sobrino, llevaba un vestido verde de noche, largo pero ajustado y un poco escotado. No me gusta presumir pero todo el mundo me decía que estaba muy guapa. También había mucha gente que no conocía, amigos de mi sobrino y casi todos de parte de la novia.
    
    Tras el banquete empezó a tocar una orquesta, mi esposo no es muy bailarín que digamos, y, además, estaba con mi cuñado hablando de sus cosas, así que yo decidí salir a bailar un poco sola. Una chica de unos 20 años, a la que yo no conocía, se puso a bailar a mi lado. Era alta, morena con el pelo muy corto y muy delgada, llevaba unos pantalones negros muy ajustados y una blusa blanca con una pajarita, la verdad es que parecía un chico, aunque se le notaban los pechos. Tras un rato sentí la necesidad de ir al servicio pero no sabía donde estaba, así que decidí preguntarle a esta chica.
    
    - Perdona, ¿Sabes donde está el servicio?
    
    - Si, si quieres te acompaño que está un poco escondido.
    
    - Vale, espera un momentito que aviso a mi marido.
    
    Me acerque a él y le dije que iba al baño, aunque casi ni se enteró, pues estaban con el fútbol y sus cosas.
    
    El local, donde habíamos cenado y estábamos de baile, se encontraba en una planta baja, en el piso de arriba yo no sabía que había.
    
    - Soy Inés, una amiga de la novia - se presentó ella.
    
    - Yo Mayte, tía del novio - le respondí yo.
    
    - Encantada, Mayte, por cierto, estás muy guapa.
    
    - Muchas gracias y encantada también, Inés.
    
    Los servicios se encontraban al final de un largo pasillo y abarrotados.
    
    - ¡Joder, cuanta gente! - exclamé yo - No creo que pueda aguantar tanto.
    
    - Si quieres podemos ir arriba - me comentó Inés.
    
    - ¿Arriba? - le pregunté yo.
    
    - Si, yo he estado aquí en otra boda, arriba hay otra sala como está, con sus servicios, pero cerrada porque hoy no hay más bodas.
    
    - ¿Si está cerrada como vamos a entrar?
    
    - Está cerrada por fuera pero ahí detrás tenemos una escalera por donde podemos subir.
    
    - ¿Estás segura? No nos vayamos a perder o algo.
    
    - Confía en mí, en la otra boda estuve arriba, se donde está el servicio y allí no habrá nadie.
    
    - No puedo aguantar mucho rato, así que llévame.
    
    Así, dejamos la cola en el piso de abajo e Inés me guió por aquella escalera. Efectivamente, allí tenían otra sala, que estaba cerrada y un poco oscura, sin embargo, Inés me llevó sin problema hasta los servicios.
    
    - ¿Estarán abiertos, no? - pregunté yo.
    
    - No veo porque no van a estarlo - contestó Inés.
    
    Aquella respuesta no me tranquilizó mucho, la verdad, pero si que estaban abiertos y se podía dar la luz.
    
    -¡Apaga esa luz! - me ordenó Inés.
    
    - ¿Qué pasa?
    
    - Que nos hemos colado aquí, Mayte, tendremos que mear a oscuras, sino van a pensar que somos ladronas o algo así.
    
    - Vale, ...
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