1. Cubriendo bien a mi madre


    Fecha: 27/07/2019, Categorías: Incesto Autor: delnorte1, Fuente: RelatosEróticos

    ... una mano encima de mi bragueta, y siento ese dolor en la polla que te provoca una fuerte erección bajo la tela dura de un pantalón vaquero. Mi madre me ha mirado de reojo un instante, o eso he creído, y ahora se agacha para limpiar bien los muebles. Las mallas me ponen en la vista que aún tiene un buen culazo, duro, redondo, firme. Sus muslos por atrás son preciosos y la camiseta por atrás se le ha levantado un poco dejándome ver, aauumm, el comienzo de su espalda muy morena…
    
    Trato de distraer mi atención hacia la tele, en la lucha libre, donde dos camioneras enormes se dan con todo lo que pescan. Una sujeta a la otra por una teta con una mano y con la otra mano le atiza con una silla de esas plegables. Bajo el volumen casi al mínimo y cambio a otro canal donde echan un documental sobre el Kilimanjaro. Pero no consigo disimular, y mi matriarca tampoco lo hace. De vez en cuando echa un vistazo, sin disimulos, al bulto de mis vaqueros. Ahora tira, oouuff, un poco hacia arriba de sus mallas, marcando bien en ellas los labios de su coño, causándome un buen dolor de huevos. Los pezones despuntan bajo la camisetita blanca y es cuando me percato de que no trae sujetador. Apago la tele, no me interesa el Kilimanjaro. O era el Aconcagua, ya no lo sé.
    
    Mi madre se sienta pegada a mí, en el sofá. Me da un beso en la mejilla y me acaricia el cuello. –No te preocupes por nada, todo se arregla. El coche se arregla, el trabajo con el tiempo volverá, para comer y vivir dignamente todavía tenemos… Además, huumm, me gusta tenerte un poco en casa, porque realmente paras poco bajo este techo. Y quizá te espere un buen verano, ya lo verás…
    
    -Tienes razón, mamá. Claro que sí. Todo irá bien.
    
    -Desde luego. Oye estás hecho todo un machito, eh? –comenzó a acariciarme y apretarme los bíceps- Estos están muy duros, oye. Hacía tiempo que no acariciaba este torso; déjame masajearte un poco…- introdujo su mano bajo mi pequeña camiseta y frotaba con suavidad mi estómago, en círculos –Oye, esto está como una tabla de duro, huumm, a ver el pecho… - Sus manos, algo frías acarician ahora mis pectorales y sus dedos juegan con mis pezones, me dan como pequeñas sacudidas eléctricas- Estás fuerte y fibrado, que bueno está mi niño. Y por ahí, abajo debe estar todo muy a punto. Por cierto, mucho hace que no te veo desnudo, desde chiquillo que te bañaba. Me gustaría verte desnudo, quiero ver bien el hombretón que he parido, para ver qué es lo que estoy ofreciendo a mis futuras nueras, o la que sea madre de mis nietos…
    
    Cuando mi madre suelta esa parida de las “ futuras nueras madres de sus nietos” no puedo evitar una pequeña carcajada. No tengo ganas de contarle con detalles a que sabía el coño de su “última futura nuera”, una rusa de San Petersburgo que estaba hace quince días en el puticlub Afrodita…
    
    -Bueno, -prosigue ella- ¿cuándo me dejas verte desnudito? No te dará más, supongo, soy tu madre… ¿Porqué no nos duchamos juntos? Así me ves tú a mí también. No me has visto ...
«1234...»