La criadora de perros - Relatos Eróticos

La criadora de perros

... ella ya llevaba unas 5 y cada vez la charla se hacía más cercana.

- Y Marce me imagino que te protege mucho tu papá

- ¿Por qué lo dices?

- Porque eres una mujer atractiva, se nota desde lejos

- Si me cuida bastante, aunque tampoco es que me caigan tantos

- No te creo

- Te lo juro sebas, siempre me dicen que tengo cara como de brava entonces que sienten que ni les voy a contestar

- Bueno manes sin huevos se le dicen a eso ajjajajja y tiendes enserio a estar así por casa

- Si muchas veces

- A bueno para que invites más seguido

- Jajajja imbécil, aparte me puse el bikini porque es nuevo y era para ver cómo me quedaba

- Entonces ¿debajo de la sudadera tienes el resto del bikini?

- Claro – me sonrió algo coqueta

- Deberías mostrarme para calificar como te queda

- Mmmm quieres ver

- Claro que si

Ella sonrió, cada vez más coqueta se puso de pie frente a mí y se bajó lentamente la sudadera, casi mirándome a los ojos mientras lo hacías, pero al inclinarse de nuevo me segaron sus dos enormes tetas, creo que me enamore de ellas, se re incorporo, puso sus manos en sus caderas y con una sonrisa me pregunto

- Que tal me queda

- Mmmmm date una vuelta

Ella dio una vuelta lenta

- Por favor otra vuelta más

Ella de nuevo lo hizo

- Una última vez

Ella soltó una carcajada, pero de nuevo lo hizo, pero estaba vez se demoró un poco más para admirar esa espectacular cola y como le quedaba de perfecto ese bikini.

- Por Dios – No pude evitarlo me tapé un poco la cara y agradecía por ver eso tan delicioso

- Que fue

- Te queda uffffff

- Tú crees

- Por dios además tienes un cuerpo demasiado ufffff

- Demasiado que – me miro más coqueta aun

- Sexy, aunque seguro es de cirujano, eso pierde el espectáculo – me recompuse y la trate de retar con la mirada

- Mmmm se abobo, todo eso es natural

- No te creo

- Te lo juro a punta de ejercicio

- Imposible no te creo, eso solo se puede saber al tocar

- Pues toca – sonrió, de una manera que mi pene ya estaba al 100

- Pues acércate

Marcela se acercó un poco, casi ofreciendo su colita para que la tocara, con mis dos manos apreté con firmeza esos glúteos y un poco los muslos, se notaban trabajados, mis manos se quedaban hasta pequeñas a comparación de su rica cola

- Bueno las nalgas si se nota el trabajo

- Gracias

- Pero esas tetas si no deben ser naturales

- Pues tócalas y las compruebas

- Segura

- ¿Algún miedo? Me volvió a desafiar con esa mirada profunda

Dios no podía creer todo lo que estaba pasando, me levante del sofá, tome del brazo a marcela para voltearla con un poco de agresividad, ella se giró, su colita se puso justo a nivel de mi paquete, su espalda por inercia se pegó a mi pecho, y mis manos comenzaron a subir por su abdomen y llegaron a sus enormes y suaves tetas, naturales al cien, las comencé a manosear y a jugar un poco con ellas mientras le hablaba al oído.

- Mmmmm pues no se tengo un poco ...