1. Tino, mi perverso vecino, me rompe el culo en su casa


    Fecha: 23/03/2019, Categorías: Gays Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... culito.
    
    Así maricón, así, abre bien las piernas y deja que dilate con mis dedos bien tu agujerito, y pueda hacerte luego mi nenita.
    
    Después de abrirme bien el culo con sus dedos, me hizo incorporar dándome la vuelta y quedarme frente a él. Puso sus manos sobre mis hombros empujándome para que me agachara y metiera su larga y gorda tranca en mi boca, empezando a chupar y se la dejara lubricada con mis babas y saliva.
    
    Anda maricón, abre esa boquita y chúpala y mámala bien, que luego vamos a metértela para dejarte bien preñado esta barriguita.
    
    Agarrando aquella verga que ya empezaba a estar dura y tiesa, con mis manos, abrí la boca empezando a engullirla como si de un helado se tratara.
    
    ¡Ohhh maricón! Así, así, ¡ooohhh que boquita! Gritaba mi vecino, enredando sus dedos en mi pelo, mientras impulsaba su pelvis introduciendo su polla en mi boca.
    
    Asiiií, maricón, abre bien la boquita y trágala decía bombeando su pelvis mientras yo tragaba todo lo que podía aquel rabo.
    
    Los enormes cojones de mi vecino, cada vez que me introducía la larga y gorda polla en la boca, pegaban en mi barbilla, Como si fuera el badajo de una campana. Pegaban una y otra vez, introduciéndose aquella polla en lo más profundo de mi boca.
    
    Dios, ya no podía más, cada vez que aquella polla llegaba a lo más profundo de mi boca, me abría en arcadas, soltando babas y bilis por la comisura de mis labios, dejando empapada aquella larga y gorda polla. La saliva y babas caían por los enormes cojones del de mi vecino, dejándolos empapados por completo.
    
    Sujetándome por los brazos me incorporó, haciendo que apoyara mi culo en el borde de la mesa. Me hizo abrir de piernas a la vez que se agachaba, agarraba mi polla que estaba tiesa y dura mirando para el techo, y mientras me decía lo caliente y excitado que estaba, metía mi polla en su boca, engulléndola hasta los mismísimos cojones.
    
    ¡Ohhh! ¡ooohhh! Gemí sujetándome con mis manos en su cabeza, viendo como el de mi vecino, se tragaba toda mi polla.
    
    Dios, que boca tenía el hijo de puta, se había engullido mi rabo por completo y sacaba la lengua lamiendo mis bolas.
    
    Te gusta ¿eh putita? Me decía sacando mi polla de su boca mientras la sujetaba con su mano y me ordenaba que me abriera bien de piernas. Llevó su boca mientras me hacía abrir bien de piernas, a mis pelotas, empezando a chuparlas. Las mamaba metiéndolas en la boca, luego pasaba su lengua por mi perineo, llegando a mi caliente agujerito, haciéndome soltar pequeños gemidos mientras me sujetaba a su cabeza y me abría todo lo que podía de piernas.
    
    Viendo que ya me tenía más que listo y a punto de explotar, me dio la vuelta poniéndome recostado con mi pecho sobre la mesa del comedor, como me había puesto al principio, echó la mano a uno de los objetos que había sobre la mesa, empezando a untarme con su mano el contenido que tenía aquel objeto que parecía un tarrito.
    
    Noté como resbalaba su mano por mi agujerito, introduciéndose primero un dedo, para ...
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