Las aventuras de Karim 2 - Relatos Eróticos

Las aventuras de Karim 2

En este relato continuaré contándoles sobre mis experiencias sexuales una vez que me estrené con Jaime en el arte de penetrar.

Al poco tiempo de eso y a pesar de seguir cogiéndome a Jaime cada vez que podía, me puse de novio con una chica llamada Clarissa. Tenía mi edad (15) pero era mucho más experimentada y me enseñó mucho en el arte del sexo. No era muy paciente y en ocasiones era frustrante porque sentía que no podía complacerla completamente ya que siendo tan joven me costaba retardar mi eyaculación, pero poco a poco lo hacía lo mejor que podía gracias a que en ese aspecto Jaime iba lentamente entrenándome con su boca y culo. De igual forma me resultaba algo fastidioso que con Jaime podía follar sin usar preservativo por ser hombre mientras que a Clarissa siempre tenía que follarla con preservativo por miedo a un embarazo.

Aprox un año después, en mi último año de secundaria comencé a hacer un curso de preparación informática para el que me becaron aunque era en una ciudad a 80Km de mi pueblo. Debía ir todas las mañanas a dicho curso y todas las tardes al colegio así que cada vez tenía menos tiempo, sin embargo gracias a ese curso descubrí la existencia de los chats y del cruising, dos factores que me cambiarían la vida tanto como mi iniciación en el sexo.

El día que nos enseñaron sobre la existencia de los chats decidí entrar desde casa y noté que habían dos canales a los que lógicamente no hicieron mención en clases: el de «sexo» y el de «gays». Entré al primero con la intención de conseguir una mujer más madura que tuviese la fantasía de estar con un chico jóven por varios días, sin ningún éxito… Con lo que decidí entrar finalmente al de gays… «Rompeculo» era el Nick con el que entré y ni bien hacerlo, un aluvión de solicitudes se abrieron ante mi… La mayoría de solicitudes eran de gente muy mayor (mayores de 50 y yo tenía apenas 16) y encima sin lugar para follar.

Entre todas las solicitudes me llamó la atención la de un chico que me dijo tener 26 (luego supe que tenía 34), pero se veía bastante atractivo y tenía departamento propio, muy cerca de dónde hacía el curso, con lo cual podría salir muy temprano de casa, follar y luego ir a clases sin problema. Coordinamos para encontrarnos en un shopping cercano a las 9am (los celulares aún no eran algo de uso común) y fue allí donde al llegar a las 8:15 me dispuse a dar algunas vueltas para pasar el tiempo y entré al baño del shopping. Mi sorpresa mayúscula fue entrar y conseguir en los mingitorios a dos chicos de unos 20 años masturbándose uno al otro por lo que me sobé la verga para que supieran que no estaba para delatarlos y entré en una cabina con sanitario para no interrumpirlos y con la intención de hacerme una paja. Fue allí donde encontré mi segunda sorpresa. Un agujero que conectaba las cabinas donde ni bien entré unos dedos me hacían señas para que metiera mi verga en ella. Sin dilación la metí y comencé a sentir una deliciosa mamada. La mezcla de la adrenalina de la ...