1. Litros de placer


    Fecha: 30/11/2022, Categorías: Fetichismo Autor: jose-sk, Fuente: SexoSinTabues30

    AVISO: Este relato tiene contenido de watersports y scat muy explícito.
    
    NOTA: Por si a alguien esto le da algún morbo adicional, la historia es completamente real, no contiene ninguna exageración (las cantidades son reales, aunque pueda parecer increíble), sólo los nombres y lugares son ficticios.
    
    Todo empezó cuando recibí una respuesta a un anuncio que había puesto en una página de contactos, donde buscaba una chica que quisiera hacer pipí, caca y este tipo de guarradas sobre mí. A diferencia de lo habitual, ésta era una de esas pocas veces que el mensaje no era un bot con publicidad de sitios de contactos de pago, si no una persona de verdad (como mínimo aparentemente). En un escueto mensaje, una chica llamada Marta se ofrecía a cagarse y mearse en mi boca. Tras un día pensando, al día siguiente me decidí a responder, y explicarle un poco el tipo de juegos que me interesaba hacer. Fuimos cruzando mensajes, la verdad es que parecía buena chica, hasta terminar quedando en un hotel en el centro de Zaragoza (nuestra capital de provincia).
    
    Dos días antes de la cita, Marta me envió un mensaje avisándome de que estaba aislada por Covid, por lo que tendríamos que esperar 15 días más antes de vernos. Yo no tenía información suficiente para saber si era verdad, o si simplemente se había arrepentido de quedar conmigo. En cualquier caso, como mínimo me había avisado, en lugar de dejarme plantado en la cita, y eso era de agradecer. No me importaba esperar 15 días más para verla, y en el caso de que lo que me contaba fuera verdad, no podía rechazarla sólo porque se había puesto enferma, esto hubiera sido ser un monstruo. Le mandé un mensaje dándole ánimos, aceptando esperar por ella. Al mismo tiempo le dejé una línea en mi mensaje a la que ella hubiera podido agarrarse en caso de que se hubiera arrepentido de quedar, para que si éste era el caso fuera lo más rápido y menos doloroso posible para ambos. Me agradeció mi paciencia y aplazamos la cita, por lo que decía entendí que ella realmente quería seguir adelante.
    
    Tras varios mensajes más durante esos días, pocos días antes, me confirmó que esa semana sí sería posible. En ese momento le di ya mi número de whattsapp. Con él ella ya tenía mi contacto real, ya no había marcha atrás. Igualmente, había hablado ya demasiado con ella, si me echaba para atrás me arrepentiría toda la vida, y además no me gusta dejar tirada a la gente, aunque sea con un perfil «oculto». El punto sin retorno lo había pasado semanas antes, así que volví a reservar habitación en el mismo hotel para esa semana, no podía hacer nada más.
    
    Finalmente llegó el día de la cita, tenía una hora de coche hasta la capital, decidí llegar un rato antes, dejar el coche en la entrada de Zaragoza y terminar de llegar a pie. La última cita que había tenido por internet, dos años antes, no había sido muy exitosa, y aunque la parte sexual no estuvo mal, no había habido nada de feeling y no me había sentido muy cómodo. Es por este motivo que ...
«1234...»