Follando con un enfermo sexual - Relatos Eróticos

Follando con un enfermo sexual

... sexi estaba. Me maquille bastante y me super perfume.

Todo el día tube ideas raras, sobre si solamente se folla a perros o si alguna vez follo con alguna mujer, o si me reconoce y me ve tan guapa y provocativa que se animaría a hacer. O imaginarme siendo violada por ese hombre que también viola perros o se masturba todo el día. Ya mientras cerraba la tienda y me iba para la estación nunca me había latido tanto el corazón. Cuando llego a la estación había mucha gente, yo miraba para todos lados, lo estaba buscando nose para que pero quería que estuviera aquí. En eso voy caminando para los últimos vagones y lo veo, allí estaba con la misma ropa de siempre y con la misma bolsa de basura en mano, se ve que estaba buscando algo dentro porque no me vio, pero yo me ubico casi al lado como para que me vea, mientras latía mi corazón. Cuando el tren llega a la estación la gente entra como ganado en el vagón y justo allí cuando entro, el resonar de mis botas hacen que el tipo me mire y yo también a él, por un momento hicimos contacto visual y mientras entrábamos escuche lo que decía – Uff es la mujer bella del otro día, la de la foto, pero que buena que esta por Dios, esa ropa ajustada, pero que pedazo de culo. Rica gata. Tengo que estar pegado.

Mientras trato de ubicarme en el pasillo donde se unen dos vagones, veía al hombre como desesperadamente venía a donde estaba yo, y como un perro alzado sacaba la lengua como todo un enfermo. Yo le estaba dando la espalda ya que no podía moverme mucho porque había mucha gente. En eso siento que alguien se me pega a mi culo, sin disimulo, yo me sorprendí tanto que pegue un salto haciendo que me culo quedara más paradito dándole las mejores vistas al enfermo. Yo hacia como que me molestaba y me doy la vuelta para retarlo. Yo: Disculpe señor pero podría despegarse de mi, me esta apoyando en mi cola. Lo decía fuerte como para no quedar una mujer fácil y que sepan los pasajeros que no me dejaba sino que me molestaba. – Si belleza perdón es que estoy muy apretado. Si le rozo mi polla no es apropósito, aunque me gusta como esta vestida. Yo: gracias. Dándome la vuelta de nuevo. En mi mente imaginaba con el vago me acariciaba con su mano sucia por mi culo, mi vagina, estaba provocandome que me caliente, sentía mucho calor. A los pocos minutos siento como entra gente y el haré aprovecho para pegarse a mi completamente. Tenía toda su pecho pegado a mi espalda y por ende sentía su polla parada que estaba punteando mi culo en el medio de la raya. Yo a todo esto podía oler su suciedad, porque lo tenía bien pegado, pero lo peor era que faltaban un par de estaciones y el hombre se nose si apropósito o que hablaba solo pero podía escucharlo, hablaba en vos baja mientras sentía como olía inalaba mi pelo perfumado. – Ay Dios que yegua tan hermosa, que culo tan perfecto enfundadas en estas calzas tan ajustadas. Esas botas me vuelven loco. – mmmm por Dios ahhh como me estoy conteniendo de estrujar ese culo paradito ahhh. – mmmmm ...