Follando con un enfermo sexual - Relatos Eróticos

Follando con un enfermo sexual

... llegado al lugar le había dicho al remisero que me deje a 1 cuadra como para que no sospeche. Camine en medio de la oscuridad solo se escuchaban el ruido de mis tacones, mientras caminaba para la calle angosta que costeaba las vías y giro ala derecha para meterme al callejón. Yo: hola Raul? Llegue, me abris la puerta corazón que acá hay una perra caliente que quiere ser domada. Apenas corte Raul me abrió la puerta oxidada y me quedo mirando de arriba a abajo. Y puso esa cara de loco que tenía la primera vez que me vio. Raul: pasa gatita como te voy a poner hoy perra. Chas Cuando pase me lleve una rica nalgada y mientras caminaba hacia adentro estaba igual de cochino que cuando entre sorpresivamente a su caseta. Yo me se te coqueta en un sillón todo roto y sucio que tenia mientras lo esperaba. Atrás venia Raul corriendo con la lengua para afuera y se me tiro arriba mio arriba mio mientras quedando a bajo lo enroscaba con mis piernas y acariciaba la cabellera sucia. Raul: Ay Romi pero guapa que estas en esas medias me muero por violarte y besarte. Estas tan limpia, tan perfumada que me excita ya la tengo como un fierro duro y parado. Yo: mmmm si la siento papi la tenes re dura. Raul: duro te voy a dar yo mi zorra. Yo: ay papi,me encanta que nuestros alientos se crucen, háblame más cerca que quiero que nuestras bocas y tu aliento podrido se junte con el mío. Raul: mmm, te gusta puta? Te gusta? Yo: si papito me esta dando arcadas pero después me encanta tu aliento a basura y quiero comerte a besos pasar que nuestras lenguas jueguen. Estuvimos varios minutos hablándonos rozando nuestros labios mientras el calor de nuestros alientos se entrelazaban. Hasta que pudimos más y me lanzó para besarle con pasión. Hubo mucha lengua, nos moríamos las bocas como 1 hora estuvimos así, total que apuro teníamos, en eso Raul paso una mano bajo la pollera y descubrió que no llevaba ropa interior y que estaba mojadisima. Mientras le sonreía Raul se quito de arriba mio y me hizo que me siente con el sillón apestoso otra vez pero desnuda solo quedando con mis tacones, mis medias y los ligueros. Mientras le abría las piernas Raul se lanzó a besar chupar y morder mi vagina. Otra vez estaba en la gloria. No podía para de gritar y gemir ahora si que me tenía a su disposición y podría hacer tenerme todos los orgasmos que el quisiera. Yo había perdido la cuenta de la hora y de los orgasmos, ya cansada puse mis piernas en sus hombros porque me temblaban y no tenía fuerzas y ya apenas no tenía voz, no les voy a mentir, no sabía ni la hora ni cuantas veces me había hecho venir. Hasta que me entró un mensaje y cuando miré el celular vi que eran las 9 de la mañana. Mientras Raul seguía chupando, no podía creer que dos horas me estuvo chupando la vagina y lo rápido que pasa cuando lo disfrutas. Por fin Raul se levantó y se fue a buscar algo al baño. Yo estaba agitada y con mucho calor de tanto que grite y me excite, mis cachetes los sentía que me hervían. Cuando lo veo a Raul veo ...