1. Daniela


    Fecha: 22/07/2019, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... del sexo de manera intensiva— sólo había considerado el culo de la mujer como un agujero más en donde sabía —las conversaciones con los amigos del barrio y los compañeros del colegio son mi única fuente de información, más alguna que otra manoseada revista porno extranjera con fotografías explícitas— que se podía meter la polla. Nunca había sodomizado a ninguna —ni apenas había hecho nada de nada—
    
    y desde luego no se me había ocurrido la gama de matices sexuales que ofrece el culo de una mujer caliente dispuesta a gozar ella y a darle placer a su hombre. Por supuesto, de ninguna manera se me había pasado por la cabeza que mi culo también podía ser fuente de placer para las mujeres y para mí, sin llegar a volverme maricón, claro, ese miedo irracional que teníamos la mayoría de los tíos de mí generación.
    
    Ver a una mujer arrodillada en la cama, con el torso doblado hacia abajo, la cabeza humillada apoyando una mejilla en las sábanas, los brazos también estirados sobre las sábanas, las piernas juntas al igual que los muslos, favoreciendo todo ello que el culo se haga evidente en todo su tamaño, que las nalgas parezcan más redondeadas y más grandes, es la postura que más me gusta, la que más me excita. En cada situación, si la mujer me deja, elijo si penetro el coño o el culo —primero uno, luego el otro, terminar en la boca o en la cara, suele ser mi corrida ideal— y tras un ratito de lenta, profunda, placentera penetración, comenzar un
    
    metisaca
    
    fuerte, duro, aumentando poco a poco la velocidad y la profundidad, si es posible… No todas las mujeres están dispuestas a ello, aunque para mi suerte, algunas de las que han solicitado mis servicios profesionales también han tenido ganas de
    
    jugar
    
    y experimentar todo aquello que les ha apetecido, y el culo es muy morboso, mucho.
    
    Yo nunca me he considerado como un cacho de carne con polla tiesa y dura al que sólo contratan para hacer aquello que quiere mi cliente, aunque, por supuesto, bastantes de ellas así han actuado conmigo. Siempre he intentado poner de mi parte, no sólo acatar órdenes, sino sugerir e intentar todo tipo de actos sexuales que puedan ser beneficiosos para la excitación y el posterior placer, y la respuesta que he obtenido ha sido positiva en muchas ocasiones.
    
    Con quien nunca he tenido problema alguno es con Dani, ni ella conmigo. La naturalidad, la normalidad y la confianza han presidido nuestros polvos, así que cuando me dijo que me iba a penetrar el culo, aparqué todos mis temores, todo mí desconocimiento y los prejuicios propios de la desinformación.
    
    Tumbado boca abajo en la cama, con las almohadas bajo mi pelvis y tripa de manera que me elevan un poco, las piernas muy abiertas, estoy en el quinto cielo recibiendo una comida de culo fabulosa por parte de Daniela. Primero ha recorrido mi raja arriba y abajo con su lengua llena de saliva, muchas veces, sin ninguna prisa, llegando hasta mis testículos, volviendo atrás, otra vez adelante, atrás… Se detiene en el ...
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