1. Beneficios por horas extras


    Fecha: 17/11/2022, Categorías: Lesbianas Autor: Charlie Steele, Fuente: TodoRelatos

    ... sacando su teta de la boca de su compañera, se bajó de esta y se hincó para empezar a jalar el pantalón de Lupita con todo y bragas hasta que logró bajarlo hasta los tobillos y sacárselos pie por pie, logrando que frente a ella, quedará un coño de labios morenos coronado por una mata de vello negro.
    
    Fer acarició ese valle peludo mientras decía:
    
    —Algún día lograré que te podes este arbusto.
    
    Lupita rio un poco y dijo:
    
    —Mejores manos que las tuyas lo han intentado y todas han fracasado.
    
    Más que sentirse ofendida por ese comentario, a Fer también le dio risa y prefirió enterrar su boca entre esos labios morenos y empezar a jugar con el coño de su amiga, pues entre las tantas bondades que tenía esa morena, era que de tantas vaginas que había lamido, definitivamente la de ella era de las mejores que había probado.
    
    Lupita empezó a disfrutar del tratamiento que Fer le estaba dando. Desde la primera vez que le había comido el coño, se notaba que la rubia tenía experiencia en ello, pues su lengua se movía con la fuerza de un dedo y sabía exactamente que secciones de su vagina masajear para darle placer extra. Por lo que, extasiada por el placer, sin apenas darse cuenta sus manos fueron hasta su blusa y se la fueron sacando con todo y bra para que sus masivas tetas al fin fueran libres de su prisión de tela y ya al aire, la morena se dedicó a pellizcarse los pezones con una mano mientras que con la otra acariciaba los risos dorados de su compañera.
    
    Hasta ese momento, Fer se había limitado a masturbarse por sobre su pantalón, así que se detuvo y dijo:
    
    —Yo también quiero.
    
    Lupita entendió la orden y se puso de pie mientras que Fer hacía lo mismo para poderse quitar el pantalón y las bragas, dejando la vista un bonito coño blanco tan lampiño por una cuidad depilación como si fuera el de una niña pequeña.
    
    Ya estando ambas con su “traje de Eva”, Fer se tumbó de espaldas al suelo, con las piernas abiertas. Lupita bajó hasta ella y pegó su coño contra el de su compañera y una vez estuvo en una posición cómoda, empezó a mover su cadera de tal forma que su vagina y la de su compañera se tallaran entre ellas, para placer de ambas.
    
    La oficina se llenó de los perfumes sexuales de las dos mujeres al tiempo que ellas jadeaban sin restricciones, no solo porque no había nadie más en el piso excepto por el guardia hasta el otro lado del lugar, sino porque por la construcción de la oficina, esta básicamente estaba insonorizada así que aunque hubiera alguien fuera, muy difícilmente las escucharían.
    
    Mientras Lupita tallaba, las dos mujeres también usaban el resto de sus cuerpos, lamiendo, acariciando y pellizcando todo lugar posible, hasta que luego de varios minutos así, al fin el orgasmo alcanzó a las dos mujeres. Lupita se tiró al lado de su amante, cansada por esa faena, las dos mujeres se miraron, se sonrieron y se besaron y tras terminar el beso, se miraron un poco para que luego algo en la pantalla de una de sus computadoras llamara su ...