Beneficios por horas extras - Relatos Eróticos

Beneficios por horas extras

Hay muchos trabajos que por una u otra razón se consideran solo para hombres: albañiles, recolectores de basura, mineros, conductores de transporte público… por raro que parezca, ser parte del equipo de IT, ese que se encarga de que los equipos de computo de una compañía se encuentren trabajando al cien de su capacidad, parece ser uno de ellos. No obstante, este no es el caso para la compañía Montes de Oca, uncall center especializado, donde ya fuera porque los jefes eran unos pervertillos o porque fueron las mejores calificadas de todos los que se presentaron para el puesto, los únicos dos miembros del departamento de IT eran mujeres. Pero pese a su género tan atípico para esta profesión, ellas no estaban exentas de algunos eventos que ocurren en estas oficinas, como hacer pruebas al nuevo proveedor de internet durante las horas nocturnas.

Guadalupe, o Lupita para los amigos, una morenaza a mediados de sus veintes, delgada y de largo cabello negro, además de ser adepta a los escotes para presumir sus grandes tetas (tenía que hacerlo, pues le daba algo de pena su trasero plano) y que era una de las dos trabajadoras del departamento de IT, se hallaba sentada frente a su escritorio, mirando en el monitor varios softwares que se encargaban de testear el buen desempeño del nuevo internet de la oficina. Llevaba ya un par de horas así cuando se cansó y se estiró para luego dar una mirada a su oficina. A diferencia de otras oficinas dentro del piso del call center Montes de Oca, la oficina de IT era la única cuyos muros no estaban conformados por paredes de cristal, solo tenía una puerta de acceso y sus únicas ventanas daban hacia la calle de afuera, lo que sumado a que de la misma forma también era la única oficina sin cámaras de seguridad, le aseguraba a las personas dentro de esta completa privacidad. Cuando el complejo se construyó, se decidió de esta manera para darle privacidad a los agentes de IT, para que la gente no viera los artículos de valor que había dentro y por si de todas formas había algún listillo que quisiera robarse algo de esa oficina, había una cámara de seguridad, aunque esta estaba en el pasillo que llevaba a la oficina, apuntando a la puerta de esta.

Lupita miró a su derecha, al otro escritorio que había en la habitación y en él vio sentada a su compañera de oficina, Fernanda, o Fer para los amigos. Fer era una mujer rubia de más o menos la misma edad que Lupita, de cabello corto y piel blanca adornada con varios tatuajes. También era delgada, pero a diferencia de Lupita sus tetas no estaban tan espectaculares, no obstante, compensaba la falta de pecho con un culazo que se veía espectacular en ajustados jeans que provocaban las miradas de los hombres y una que otra mujer siempre que caminaba por los pasillos de la oficina para hacer rondas o para ir a arreglar algún desperfecto.

Mientras era observada por su compañera, Fer también se cansó de estar viendo la pantalla y se estiró para luego mirar a su compañera y ...