Pau y las prácticas en la Masía. Capítulo 19 - Relatos Eróticos

Pau y las prácticas en la Masía. Capítulo 19

... nuevamente me sorprendió. Se echó hacia adelante y empezó a lamerle los huevos a Piqué. No se quedó ahí, su cara se perdió entre los muslos.

Sergi se metió dos dedos a las boca y los chupó. Me miraba, y los chupaba como si aquello fuera otra cosa. Gerry le miraba, sin dejar de deslizar la mano por su polla, sabía lo que venía. Yo bajé la intensidad de mis embestidas, no quería correrme. Sergi bajó el brazo, y aquellos dos dedos húmedos se perdieron entre los muslos de Gerry. Lo que no ví, fue como esos dedos se abrieron paso, con facilidad en el ano de Piqué. La reacción del defensa no dejaba ninguna duda.

La sala se lleno de gemidos. Bartra y Piqué gemían por el placer que les dábamos. Sergi con los dedos y yo con mi polla. Aquello era una locura. Estuvimos un rato entre gemidos y jadeos, pero tenía una tarea pendiente.

No hizo falta decir más. Saqué la polla del culo de Bartra. Sentía palpitaciones en mi glande. En ese cambio de posiciones, me cruce con Sergi, nos besamos y también aprovechamos para sobarnos las pollas. Fue algo rápido. Marc y Gerry esperaban.

Ante mi tenía al defensa, tumbado en la camilla, me miraba. La posición era perfecta, mi rabo estaba tan tieso que no hizo falta ayudarme con la mano. Agarré los gemelos de Gerry y empujé. Mi miembro iba entrando, con algo más de dificultad que con el culo de Bartra.

Me lo estaba follando mientras nos besábamos. Iba despacio, quería disfrutar del momento, aunque mi polla parecía que iba a reventar. Gerry se volvió a tumbar. Miré como mi polla entraba y salía del culo. Agarré la polla de Piqué y empecé a pajearle, mientras mi pelvis seguía moviéndose a un ritmo suave. El mismo ritmo que los gemidos del defensa.

Yo aumenté el ritmo. Mis embestidas eran cada vez más fuertes y cada vez que estaba totalmente dentro, empujaba un poco más. Aquello le volvía loco a Gerry.

En ese momento, mi cuerpo se tensaba. Mi pectoral se marcaba, también el abdomen. Estaba aguantándome la corrida, bastante había durado. No me importaba ser el primero, es más, lo quería para ver como los otros se corrían. Empujé un poco más. Yo también jadeaba del esfuerzo. Apretaba el estómago, pero sabía que estaba a punto. Fueron cuatro o cinco embestidas más. Sentía como mi semen quería salir. La dejé dentro, empujé y entonces ocurrió.

Gerard parecía extasiado en la camilla. Mi mano seguía pajeando su rabo. Aquel líquido que manchaba mi mano era “pre-cum”. Tampoco le quedaba mucho. Mi mano se deslizaba a toda velocidad por aquel rabazo. Parecía que Piqué, no había tenido suficiente, porque mientras le pajeaba, estiró el brazo y vi como dos dedos entraba en su ano.

Gerry, gracias a mi mano y a sus propios dedos gemía sin parar. Entre jadeo y jadeo, sacó aire para dirigirse a Marc.

Sergi, ya relajado, y con el rabo aún semi-erecto se sentó en el sofá. Marc, hizo lo que le dijeron. Se levantó. Se agarró el rabo tieso y buscó la boca de Gerry. Este ladeó la cabeza y despegó sus labios. La polla ...