La mujer reptil - Relatos Eróticos

La mujer reptil

... me recarga más en el lavabo, ambas desenado que dure más esa entrega, me vuelve a voltear para que quedemos de frente basándonos de nuevo con desesperada lujuria, con sus rodillas me abre las piernas, tomándome de las nalgas me carga para que nuestras conchas se fundan y se mezclen nuestros fluidos, su rasposa mata se pega en mi rasurada concha, y como macho desesperado por tener mucho tiempo de coger me folla bruscamente, mis movimientos se acoplan a su salvaje follada, su boca devora mis labios fallándome por la boca con su enorme lengua

Sus dedos separan mis nalgas y sus dedos índices y cordiales me penetran el culo, dolor y al mismo tiempo placer al sentir su puntiagudo clítoris rozando y penetrando mis labios vaginales, nuestras vulvas se pegan convulsionándose, nuestras bocas pegadas ahogan el grito de nuestros abundantes orgasmos, las piernas de Reptil flaquean por el orgasmo intenso, y se van doblando por mi peso que está en su cadera, abrazadas ambas nos besamos, yo mamando esa deliciosa y pulposa lengua, reptil se pone de nuevo sus colmillos postizos, se sube los pantalones, y poniéndose la camiseta me dice

- Espero verte el viernes de la próxima semana

- Mejor sábado, así me llevas y terminamos rico en tu casa

Reptil me guiña un ojo, y entre los pechos me pone tres billetes de 500 pesos, antes de que pueda decirle algo ella se sale cerrando de nuevo el baño, cuando me repongo me veo al espejo, las mejillas rojas, a causa de la succión tipo sanguijuela que Reptil ejerció al besarme de forma salvaje, me lavo la cara, arreglo mi peinado, y me maquillo para borrar las imperfecciones rojizas, cuando salgo del bar dejo de llover, pido un taxi y me voy a mi casa, cuando llego son las 4 de la mañana, como prácticamente ya es domingo me baño con agua tibia y me acuesto desnuda en mi cama, cuando empiezo a dormirme ya ansío que sea sábado de la próxima semana