La mujer reptil - Relatos Eróticos

La mujer reptil

... llegaba a la espalda, vestía unos jeans desgatados y un camiseta holgada ombliguera que dejaba ver su abdomen y su ombligo lucía un piercing grande tipo diamante

Para verla de cerca me dirigí a donde estaba, pero se arremolinaron más chicas en la barra y después ya no la vi, viendo para todos lados me repetí lo anterior, “solo fue una visión”, recordando de nuevo los truenos me fui a la salida, pero para ir allá debía pasar por la pista de baile, en eso las luces cambiaron a ultravioleta, de repente se posó una mano en mi hombro y escuche en un susurro cerca de mi oído “¿acaso me buscas a mí?” y ahí estaba ella, movía cadenciosamente su cuerpo, como una serpiente que busca hipnotizar a su presa para después devorarla, sus ojos recorrían mi cuerpo de forma descarada, sus labios eran carnosos, se antojaba morderlos, sonrió, y con la con la luz mortecina ultra violeta , su dentadura se miraba totalmente blanca, y hasta me pareció que lucía unos colmillos, pasando sus brazos por mis hombros acomodo sus manos en mi cuello y me dijo:

- Me llaman Reptil

- A mi Pantera

- Un apodo adecuado, antes de ahora no te había visto por acá

- Es raro que venga por estos rumbos

De repente cambiaron el tipo de música a música romántica, así que pegamos nuestros cuerpos, puse mis manos en su cintura, estábamos tan pegadas que nuestros pechos se pegaban, era tanto el deseo que sin saber cómo nos estábamos besando apasionadamente, de repente pasaron varia parejas a la pista y sin saber cómo estábamos separadas, la busque con la vista, pero no la encontré, y decidí retirarme, antes de marcharme decidí pasar al baño dado que la cerveza había hecho su acción diurética, pero el baño principal estaba cerrado, uno de los meseros me dijo que unas chicas pasadas de copas habían dejado una miarda el baño ya que se habían vomitado, que dé mientras hacían el aseo estaba libre el baño del fondo, pero que en ocasiones se apagaban las luces

Esta situación me incomodó ya que no se me hacía bien hacer del baño a obscuras por si de repente se apagaban las luces, pero como era más grande la necesidad de hacer chis no tuve más remedio de ir para allá, entre tratando de ver si había alguna persona, pero todo estaba silencioso y la luz era muy tenue y de repente parpadeaba, me dirigí a un reservado y sentándome en el retrete hice presión en los riñones sintiendo con satisfacción como se vaciaba mi vejiga, al soltar los últimos chorritos me limpie con un par de pañuelos perfumados desechables, me dirigí a los lavabos para lavarme las manos y la cara ya que la sentía toda grasosa y sudada, mientras me retocaba el maquillaje escuche que entraba alguien, quise ver por el espejo pero no alcance a ver a la que había entrado, lo que si escuche fue el ruido de cuando ponen el pasador en las puertas

Cuando termine de acicalarme a través del espejo ahí esta ella situada detrás mío, y supe porque le decían “Reptil”, ojos color aceituna, el cabello pelirrojo, sus brazos y cuello ...