1. Lola y Ana historia de dos mejores amigas de pechos grandes


    Fecha: 31/10/2022, Categorías: Lesbianas Autor: principearg, Fuente: CuentoRelatos

    ... sensibilidad especial para la poesía romántica. Se inspiraba en los versos de Becker, uno de sus poetas favoritos, y componía poemas de arte menor, con rima y ritmo cuidados. Sus poemas se estructuraban en tres estrofas, que expresaban sus sentimientos sobre el amor y el romance, y su anhelo de ser amada. Lola había terminado su primer manuscrito, una colección de sus mejores poemas, y estaba lista para enviarlo a un editor. Escondido había un poema en el que secretamente lo había escrito para Ana.
    
    Ambas eran heterosexuales pero por su educación aun sin experiencia alguna en hombres.
    
    Ana tenía una pasión por la novela de misterio. Le gustaba crear historias que mantuvieran al lector en vilo, con intrigas, secretos y sorpresas. Pero también le servía para hacer catarsis sobre todos sus miedos. Ana era una persona muy temerosa, que se asustaba con facilidad. En su novela, podía enfrentarse a sus propios fantasmas, y darles un sentido y una solución. Ana estaba terminando su primera novela, un thriller psicológico que narraba la investigación de un asesinato en un pequeño pueblo. Estaba muy orgullosa de su trabajo, y esperaba poder publicarlo pronto.
    
    Una fría noche de invierno Ana se despertó de madrugada por el sonido de sollozos que venían de la habitación de Lola, y se levantó de inmediato para ver qué estaba pasando. Golpeó suavemente la puerta y preguntó si todo estaba bien, pero no hubo respuesta. La habitación estaba en silencio, pero Ana seguía oyendo los sollozos.
    
    Decidió abrir la puerta lentamente, y lo que vio la sorprendió. Lola estaba hecha un bollito en su cama, con las sábanas y las almohadas abrazadas a ella, llorando inconsolablemente. Ana se acercó lentamente y se sentó en la cama junto a ella. No dijo nada, simplemente la abrazó con fuerza, dejando que su amiga se desahogara y llorara todo lo que necesitara.
    
    Después de un rato, Lola dejó de llorar y se quedó dormida. Ana permaneció a su lado toda la noche, asegurándose de que estuviera cómoda y tranquila. Al día siguiente, las dos chicas se levantaron como si nada hubiera pasado. No se habló de lo sucedido.
    
    Una semana después de la primera vez que encontró a Lola llorando, Ana se despertó de nuevo en medio de la noche por los sollozos de su amiga. Sabiendo que algo andaba mal, fue rápidamente a la habitación de Lola y la encontró hecha un bollito en su cama, temblando de miedo y con mucha tensión en su cuerpo.
    
    Lola usaba un pantalón pijama gigante y una camisa de dormir. Ana tenia tan solo su camisón de algodón que le llegaba casi a las rodillas.
    
    Ana se sentó a su lado y la abrazó con ternura, tratando de calmarla. Después de unos minutos, las lágrimas comenzaron a disminuir y Ana decidió que era momento de hablar sobre lo que estaba sucediendo.
    
    Ana: Lola, ¿qué está pasando? Estoy preocupada por ti. ¿Estás bien?
    
    Lola: (temblando) No lo sé, Ana. Tengo mucho miedo y siento mucha tensión en mi cuerpo.
    
    Ana: ¿Por qué tienes miedo? ¿Hay algo que te haya ...
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