1. Del temor al embarazo a orgasmos infinitos


    Fecha: 21/07/2019, Categorías: Hetero Autor: Luciana Sole, Fuente: CuentoRelatos

    ... suelo me abrió las piernas, me acariciaba y besaba alrededor de mi sexo, estaba totalmente mojada y comencé a gemir, me sacó la tanga y me introdujo la lengua, cuando encontró mi botoncito lo lamía sin detenerse mientras con las manos me acariciaba alrededor de mi sexo, me retorcía y gemía cada más fuerte, el seguía sin parar un segundo, cerco mis piernas, mi cuerpo se sacudió, grité, un fuego me recorrió entera y sentí un líquido espeso y caliente saliendo de mi cuerpo. Sin esperar nada se paró, se sacó el short, me agarró las piernas y las puso por el costado de su cuerpo sujetándolas con las manos, afirmó su pene durísimo en mi sexo y lo frotaba sin penetrarme, gemía desesperada y empujaba mi pelvis hacia arriba, me penetró, moviéndose con fuerza, yo gemía y gritaba, me lo hacía cada vez más fuerte, lo sacó y lo hundió con fuerza, nuevamente grité y volví a acabar, el siguió moviéndose cada vez más rápido hasta que sentí su semen caliente entrando a chorros en mi cuerpo. Me estiró en la cama, me acaricio la cara, me besó y me dijo “quiero seguir cogiéndote pero me tengo que ir, mañana vas a gozar toda la tarde”. Se fue a bañar, yo me quedé unos minutos acostada luego me vestí. Salió envuelto en una toalla, me apretó contra su cuerpo y me dijo “te dije que te ibas a ir contenta y relajada… mañana vení con ese mismo vestido” nos besamos varias veces y me fui.
    
    Cuando salí, sentía un gran alivio y estaba tranquila, mas tarde busque en google el tema de la vasectomía y era tal cual me lo había dicho. Me acosté pensando en Gustavo, el me gustaba, su cuerpo me excitaba, me daba cuenta que tenía mucha experiencia y seguramente había salido con muchas mujeres.
    
    Al otro día (domingo), tipo 15 h., como Gustavo me pidió, me puse la misma solera y fui a su departamento, estaba de short y musculosa de gym, apenas entré me dijo “bebe te pusiste ese vestido que me recalienta”, me abrazó, me besó, me apretó contra él, metió la mano en mi espalda por el escote de la solera, me desprendió el corpiño, me lo sacó y me dijo “cuando estés conmigo te quiero sin corpiño, me gusta sentir tus tetitas duras y calientes cuando te abrazo” me tomó de atrás, me besaba el cuello y los oídos mientras me acariciaba los pechos, luego me llevó al dormitorio.
    
    La cama de Gustavo es muy ancha, el colchón altísimo, tiene un respaldo de madera con barrotes, las sábanas estaban limpias y perfumadas, había preparado todo para esa tarde. Apenas entramos me estiró en la cama y se puso encima mío, me acarició y besó una rato, me sacó el vestido, me estiró los brazos hacia atrás y me dijo “quedate así vas a gozar con lo que más te gusta”, lo hice mansamente, comenzó a acariciarme los pies y frotarme los dedos, luego siguió con la parte inferior de mis piernas, las acariciaba y besaba, lo hacía todo suave y lentamente, yo tenía los ojos cerrados, gozaba y sentía placer, iba subiendo muy despacio, cuando llegó a mis muslos me acariciaba la parte interior suavemente en círculos y me ...