Mi sobrinita Melody
Fecha: 20/07/2019,
Categorías:
Dominación / BDSM
Fantasías Eróticas
Incesto
Autor: ANON9, Fuente: SexoSinTabues30
La vereda del jardín estaba llena de padres. Todos salían, menos el grupo de mi sobrina Melody. Miré mi reloj, ya me tenía que ir q trabajar.
Pasados unos minutos, Melody sale con su grupo. Sonríe ni bien me ve y le dice algo a la maestra después de que me señala. Alzo la mano en un saludo, la maestra hace lo mismo y deja que Melody venga corriendo hacia donde estoy. Me agacho y la recibo con un abrazo.
—Hola, peque, ¿cómo estás? —le pregunto a la vez que le agarro la mochilita.
—Bien —dice nomás.
Me alegra que Melody esté avanzando con la psicopedagoga. Hace unos meses no se le entendía nada cuando hablaba y ahora es capaz de responder bien. Le sigue costando obvio, todo a su tiempo, pero lo está haciendo muy bien. Por más que no entiende lo que le decís y solo sabe algunas palabras, me enorgullece.
Nos subimos a mi auto y nos vamos derechito a su casa. Mi hermana me invitó a desayunar con ella hoy, y como se quedó a limpiar la casa, me preguntó si no era mucha molestia que retirara a Melody del jardín hoy.
En quince minutos estamos entrando a la casa.
—Llegamos —grito ni bien entramos.
—¡Estoy en la cocina! —me devuelve el grito mi hermana.
Lucia estaba pasando un trapo a la mesa de vidrio. Mesa que le regalé yo el día de su cumpleaños.
Miré mi reloj, en diez minutos tengo que estar en el hospital. Mi turno de enfermera es a las doce y media del mediodía. Son las doce y veinte, no llegaba.
—¿Pido empanadas y pizza para comer? —sugerió Lucia.
—No, me tengo que ir ya a trabajar.
Le di un beso a las dos y me encaminé a la puerta. Mi celular vibró en un mensaje, era Martina, una compañera de trabajo. «No hace falta que vengas, Naiara te cubre » decía el mensaje. Necesitaba la plata, obvio que la necesitaba y si seguía faltando al trabajo seguro me echarían. Pero no paso tanto tiempo con mi sobrina y hermana como me gustaría y justamente es por el trabajo. Así que voy a aprovechar esto. Después me aguantaré las puteadas. Volví a la cocina con una sonrisa.
—¿Llamo yo a la roticería?? —pregunto al entrar.
Después de comer cuatro pedazos de pizza y cinco empanadas, me acosté en el sillón que había en el pequeño living. Lucia estaba bañando a Melody.
Me estaba quedando dormida cuando mi hermana pegó un grito llamándome. Pensé que había pasado algo malo, así que fui lo más rápido que pude y abrí la puerta del baño desesperada.
—¿Qué pasa, Luci?
—Ay, nena, cambia esa cara —Se empezó a reír —. Me acordé que tenía que buscar un conjunto de ropa que le había encargado a la chica de en frente. Si no lo hago ahora, se lo va a vender a otro. ¿Podés bañar a Melody?
Melody me miró con miedo, como su supiera lo que su madre habia dicho. Yo la quería y ella me quería a mi, soy su tía favorita, pero las dos guardamos un secreto, un secreto oscuro. Mi concha se contrajo con ese pensamiento. A Melody no le gustaba ese oscuro secreto.
—Obvio, andá, dale —la animé.
—Gracias.
Salió rápido del baño y cuando ...