1. Aventuras y desventuras húmedas: Primera etapa (17)


    Fecha: 19/07/2019, Categorías: Incesto Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos

    ... carretera ella entrelazó los dedos con los del joven. Sin decir ni una palabra más, llegaron hasta la casa de Carmen donde a la madre le dolió tener que romper la unión de sus falanges. Querría tenerle así por siempre, “cuanto tiempo perdido…” pensó, dentro de aquel coche su comportamiento seco hacia sus hijos le parecía ilógico.
    
    Salieron del coche en dirección a la puerta de la casa y Mari desde la espalda del joven, movió su nariz al notar cierto olor, extraño. Era una fragancia fuerte, ¿sudor? Podía ser… pero también a algo más… algo que no le desagradaba del todo.
    
    —Oye, hijo, pégate una ducha, cielo, que hueles un poco fuerte… con este calor se suda mucho y se pegan muchos olores.
    
    —Pero… —Sergio que en un gesto obsceno se olió los sobacos, negó con la cabeza— si no huelo mal ¿no?
    
    —No es sudor, es otro… no lo sé, cariño, pero hazme caso, dúchate.
    
    Al abrir la puerta Sergio se dio cuenta con rapidez que seguramente el aroma que desprendía era una mezcla de tantos fluidos que la propia Mari se hubiera asustado al saberlo.
    
    La mujer rubia cuando sus dos familiares llegaron, tenía las pizzas recalentadas y recién salidas del horno. Los tres las comieron con ganas, en especial Sergio y Carmen que habían perdido muchas energías y escuchando el día de Mari todos terminaron de cenar.
    
    Ninguno estuvo de “sobremesa” viendo la tele o charlando, aunque Mari todavía tenía energía para seguir en pie los otros dos estaban muertos, por lo que lo más sensato era subir a sus habitaciones a descansar. Mari observó a su hermana como iba camino a la cocina con los platos vacíos y cuando volvió para marcharse a su cuarto le preguntó en voz baja.
    
    —Carmen, ¿estás bien? Andas un poco raro.
    
    —Sí, sí —contestó con toda la normalidad que pudo— creo que me he rozado los muslos, ya sabes.
    
    —Mira que apenas se te juntan, tienes unas piernas preciosas. Échate pomada, es lo mejor.
    
    —Gracias, cariño, te quiero.
    
    —Y yo.
    
    Carmen entró en su habitación pensando antes de dormir que quizá era mejor comentarle “el capullo de tu hijo, que me ha matado”.
    
    ****
    
    Sergio despertó con las pilas totalmente cargadas. El anterior había sido un día duro, tanto que todavía notaba las piernas algo entumecidas por el sexo, pero aun así, estaba repleto de energía, rebosaba. Encendió la pantalla del móvil y ya eran las once de la mañana, había dormido más de ¡doce horas!, “Como para no tener energías”.
    
    Puso un pie en el suelo pensando en su tía, “¿será posible hoy otro encuentro?” Esperaba que sí, aunque recordó que su madre había preparado un plan para estar juntos. Por un lado no le sentó bien no tener opción de hacerlo con Carmen, aunque pasar el día con Mari era algo que en verdad necesitaba.
    
    Bajó a la sala después de estirar cada uno de sus músculos y allí vio a las dos mujeres hablando, se acercó saludándolas y cogió en la cocina una fruta para desayunar.
    
    —O sea que hoy me dejáis tirada ¡eh!, Sergio. —supo que era una broma aunque en sus ojos había ...