1. Tu, mi complemento perfecto 21


    Fecha: 13/10/2022, Categorías: Lesbianas Autor: Bella15, Fuente: TodoRelatos

    ... organizar nuestros tiempos para hacer cosas en pareja, tal como lo habíamos hecho desde que retomamos nuestra relación.
    
    —Todo saldrá bien, ya verás —pronunció, al entrelazar nuestras manos.
    
    —Gracias por acompañarme, no te imaginas lo nerviosa que me encuentro —confesé, sin poder mirarla.
    
    —Ya no estás sola cariño, ahora estoy a tu lado y pienso apoyarte en todo lo que necesites —besó mi mejilla.
    
    —Y yo estoy para ti—giré mi rostro para verla—Bueno, ya sabes, por la nueva etapa que vas a atravesar cuando tú hermano adopté a ese pequeñajo —manifesté.
    
    —Para ser sincera, me encuentro un poco celosa, porque ya no seré la niña mimada de la casa —desvió su mirada.
    
    —Es normal, cariño, yo pasé por lo mismo cuando nació mi hermano, aunque sabes—cogí su mentón—Con el tiempo, te darás cuenta de que esa personita, te querrá tanto, que no te dejará ni un momento a solas, con tal de que le des cariño y pasarás a ser como su hermana mayor. Una hermana que lo cuidará y lo consentirás más que sus padres —acomodé un mechón de su cabello.
    
    —Te cuento un secreto—dijo, al besar mi mano y yo asentí—Cuando te expresas de esa manera, me recuerdas a tu madre. No te imaginas cuando la echo de menos —confesó.
    
    —Yo también la extraño —dije, al recordar la última vez que fui al cementerio para visitarla.
    
    —Mientras estuviste ausente, yo me encargué de ir una vez al mes para ponerle algunas flores en su tumba, bueno, a los dos por igual —mencionó.
    
    —Me lo imaginé, pues las veces que pude salir de la residencia, iba al cementerio y notaba flores frescas —expresé.
    
    —Cuando salías de la residencia, ¿Alguna vez fuiste a visitarme? —investigó.
    
    Desde que volvimos, habíamos conversado de muchas cosas, pero nunca tocamos ese tema en particular, por miedo o quizás por algo de vergüenza. Porque ambas sabíamos que, pese a mi esfuerzo por querer alejarla, ella siempre busca la manera de estar en contacto conmigo, al igual que yo lo hice una vez, mediante Monse; más nunca me atreví a acercarme.
    
    —No tienes que responder si no quieres —dijo por lo bajo.
    
    —Oye—sostuve su rostro—Si quiero responder a tu pregunta, sólo que no sé por dónde comenzar —besé su nariz.
    
    —Lo siento, es que, al pensar en ello, me preguntó, ¿Qué hubiese sido de nosotras? O ¿Si hubiese resultado un noviazgo a distancia? —sus ojos se cristalizaron.
    
    —Oh cariño—la abracé, no podía evitar sentirme mal por todo el dolor que le causé—Y sí, te vine a visitar muchas veces, pero nunca tuve el valor de acercarme. No quería darte falsas ilusiones —confesé.
    
    —Lo supuse —dijo, al coincidir su mirada con la mía.
    
    —¿Cómo que lo supones? —expresé, sin saber a qué se refería.
    
    —Una vez, vi tu silueta al salir del negocio de mi hermano, pero pensé que era producto de mi imaginación y ahora que me confiesas que estuviste allí, me invade la nostalgia —comentó.
    
    Sus palabras, me llevaron a recordar el primer día que se me permitió salir de la residencia, con la finalidad de que fuese viendo qué ...