Mi primer amor - Relatos Eróticos

Mi primer amor

... guardando la información para darle una leída más a fondo después. Guardé todo en un documento de texto en mi dispositivo USB de apenas 1gb —aclarando que para 2007, era mucho—.

Para mi mala suerte, la primera en llegar fue Silvia, se sentó al lado mío a contemplar mi rapidez para realizar actividades en la máquina.

—¿te gusta Harry Potter? –me quiso dar risa su pregunta, pero me contuve.

—claro, me gusta mucho, es algo interesante –dije sarcásticamente.

—yo ya vi todas las películas que han salido –dijo presuntuosa.

—Excelente, yo ninguna— Bromeé de forma sarcástica.

—¿qué?—estaba desconcertada—¿es en serio?

—si así es —puse mi mejor sonrisa, y continué—conozco la historia por que he leído los libros, la saga llama algo mi atención—Silvia se quedó sorprendida.

—¿Hay libros de Harry? –ahora la desconcertada era yo, pues no se supone que ella es la fanática?

—Por Dios, Silvia ¿en qué mundo vives? –dije en un tono molesto y algo burlón- claro que los hay…—

Silvia me miró tiernamente, me sonrió con cara de "lo siento, no sabía", no sé qué me pasó en ese momento, pero cambié mi cara, sonreí ampliamente, nos quedamos mirándonos fijamente unos segundos, luego me percaté de la cara de tonta que tenía; le di una palmadita en el hombro y continuamos buscando imágenes.

Yessenia y Jessica llegaron juntas, tarde. Así que les dijimos que por hoy era todo, que mejor se fueran, pero que mañana fueran puntuales, ellas se retiraron. Pocos minutos después Silvia y yo hicimos lo mismo; caminamos por un pequeño jardín al lado de mi casa, platicando de cualquier cosa, ella me contaba que estaba muy feliz de haber quedado en ese grupo, que le parecía muy buena combinación de compañeros.

Llegamos al final de aquel pequeño jardín, pidió que la acompañara a su casa, por un momento pensé en hacerlo, pero me detuve al recordad que ella no me caía bien. Nos despedimos y cada quien se fue a su casa.

Cuando estaba por entrar a casa, pensé si ella no se sabía el camino a su casa, de una manera burlona claro está.

Llegué como a eso de las 7 de la noche, me bañé, cené y fui a la cama; no sin antes escuchar un poco de mi música, el pop. Estaba algo cansada, no tardé en quedar profundamente dormida.

A la mañana siguiente, me levanté con mucho ánimo, esperando que mi adorada amiga Monse ya se presentara a clases, la extrañaba en verdad. Obviamente no llegó, así que me puse de acuerdo con las chicas del equipo, haríamos el trabajo de español, el día continuó como los demás.

Por la tarde, llegué al cyber a las 4:30. Chequé mis nuevos correos, conversé con algunos amigos, y pocos minutos después, llegó Silvia. Estuvimos buscando la información para la tarea, luego buscamos imágenes de temas que le interesaban, todo lo guardamos y nos fuimos a mi casa una vez que vimos que se aproximaban las demás compañeras. Al llegar a casa, Silvia se sorprendió de ver una mesa de billar, prometí enseñarla a jugar.

Una imagen mental se hizo en mi ...