Algo en el Aire - Relatos Eróticos

Algo en el Aire

... pero decido esperarla y me siento en la cama, encendiendo la televisión para comprobar que tiene preparado para esta noche.

Al principio pienso que se trata de una película parecida a la de las noches anteriores, pero enseguida descubro que todo lo que hemos visto no eran películas, sino fragmentos de uno de los programas de televisión de mayor audiencia de los Estados Unidos llamado ‘¿Quién quiere ser una esclava?’ en el que muestran la transición de jóvenes normales a esclavas debido a algún tipo de infracción.

Justo cuando voy a apagar la televisión, la voz en off de la pantalla presenta una nueva historia, e intrigada me tumbo en la cama para verla, la historia habla del cumpleaños de una chica junto a sus amigas y el deseo que va a pedir.

Cuando diez minutos después del inicio de la fiesta todas las jóvenes se han desnudado y colocado voluntariamente el collar de esclava, me siento aterrorizada, una cosa es lo que he visto hasta ahora de jóvenes esclavizadas y violadas contra su voluntad, y otra es ver a seis jóvenes esclavizándose voluntariamente.

Mientras veo como los compañeros de clase de las chicas, también invitados al cumpleaños, llegan a la fiesta y se sorprenden al encontrarlas desnudas con collar y arrodilladas, comienzo a pasar mis manos por todo mi cuerpo. Antes de que me dé cuenta estoy desnuda y tengo mis manos acariciando mi coño.

Las pocas veces que me he masturbado, lo he hecho pasando mi mano por mi coño y jugando con mi clítoris, entonces recuerdo como Esther introdujo sus dedos en el interior de mi coño y comenzó a moverles dentro, intentando hacer lo mismo que hice ayer cuando la masturbe, notando enseguida como mi coño se moja cada vez más. Intento aguantar mis gemidos de placer, pero pronto me canso de hacerlo y los pequeños gritos que salen de mi boca llenan la habitación.

En la pantalla las jóvenes ya están chillando y gimiendo como las zorras que son, no solo están siendo folladas por sus antiguos compañeros de clase, sino también por los padres de las otras esclavas, que las habían llevado a la fiesta y ahora están enseñándolas su único valor.

Cuando casualmente la chica del cumpleaños llega a un nuevo orgasmo mientras media docena de pollas se correr sobre su cara cubriéndola de semen, un largo grito de placer escapa de mi garganta y mi cuerpo convulsiona completamente, ayer pensé que el intenso orgasmo que tuve gracias a la lengua de Esther había sido el mayor de mi vida, pero la intensidad del que acabo de tener ha sido todavía mayor.

Retiro mis dedos completamente mojados de mi coño y me los llevo a la boca para saborearlos lentamente, el sabor y la textura me resultan diferentes que cuando he probado los jugos del coño de Esther las noches anteriores, más dulce y espeso, y no puedo evitar preguntarme como sabrán otros coños.

Un golpe en la puerta me devuelve a la realidad y me visto rápidamente, aunque cualquiera que se fije en mi respiración agitada y mi rostro sonrojado se ...