1. Mamá va desnuda por casa


    Fecha: 15/07/2019, Categorías: Incesto Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    ... a como a cámara lenta. Mi madre corriendo con su cara de felicidad, incapaz de frenar al ver a mi amigo. Alexia muerta de risa al ver la vergüenza que estaba pasando. Y Nicky con la boca abierta contemplando la escena, especialmente el momento en que que la toalla se bajó ligeramente y pudo ver parte de sus pezones.
    
    Me quedé de piedra, incapaz de expresar el enfado que tenía encima. Incluso mi madre se dio cuenta de que había metido la pata, pero ella tampoco se atrevió a decir nada. Más sorprendente fue que Nicky se mantuviera callado, aunque sabía su silencio no iba a durar eternamente. Trataba de concentrarse en el trabajo, pero resultaba obvio que estallaría de un momento a otro.
    
    - Di ya lo que tengas que decir.
    
    - No sé de qué me hablas, Josué.
    
    - Llevas toda la tarde callado, eso no es propio de ti.
    
    - Hay que terminar el trabajo, ya lo sabes.
    
    - Espero que sea eso porque...
    
    - Joder, tío... ¡tu madre está buenísima!
    
    - Lo sabía...
    
    - Ya sé que no es la primera vez que la veo, pero con esa simple toalla impresiona.
    
    - No es para tanto.
    
    - ¿Qué no? ¿Cómo puede estar tan cañón a su edad?
    
    - Solo tiene cuarenta años.
    
    - La mía tiene cuarenta y tres y parece su bisabuela.
    
    - No seas exagerado.
    
    - Y tiene los pezones rosados, como a mí me gustan.
    
    - Estás babeando la libreta.
    
    - No es para menos... me muero por comerme esas tetazas.
    
    - Córtate un poco, Nicky.
    
    - Entiendo que es tu madre, pero no sé cómo aguantas que te sobe de esa manera.
    
    - Es que no lo aguanto, pero porque me avergüenza.
    
    - No seas idiota y aprovéchate.
    
    - ¿Que me aproveche?
    
    - Sí, métele mano.
    
    - Estás enfermo.
    
    - ¿No dices que solo quieres pibones? Pues no vas a encontrar otra como ella.
    
    Aunque me costara, debía reconocer que mi madre estaba muy buena, a menos a ojos de cualquiera que no fuese su hijo. Pero yo no podía permitirme el lujo de verla de esa manera. Para mí era esa mujer tan pesada y excesivamente cariñosa que llevaba años haciéndome pasar vergüenza con la forma tan infantil que tenía de tratarme.
    
    Después de aquella tarde de infausto recuerdo, mi madre comenzó a comportarse un poco. Seguía haciendo las mismas cosas, pero antes se aseguraba de que no hubiera nadie más delante. Por culpa de Nicky, cada vez que ella me abrazaba ya no podía evitar pensar en cómo sería meterle mano. Cuando ella se aferraba a mi espalda, en ocasiones me daba un cachete en el culo. Solo tendría que hacer yo lo mismo.
    
    Pero poco tardaba en apartar esa idea de la cabeza. Estaba seguro de que mi madre no apreciaría maldad en ese gesto, pero seguramente lo interpretaría como una señal de consentimiento para seguir haciendo de las suyas. Aunque por entonces solo tenía trece años, casi siempre tenía en cuenta la opinión de Alexia.
    
    - Tú también deberías ser borde con mamá para que se vuelque lo mismo contigo.
    
    - A mí ya me va bien así.
    
    - Pero siempre te quejas de su falta de cariño.
    
    - Prefiero eso a que me toque el culo ...
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