1. Mamá va desnuda por casa


    Fecha: 15/07/2019, Categorías: Incesto Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    ... cuando me oía llegar del instituto. Yo procuraba no hacer ruido, pero siempre me escuchaba y aparecía para abrazarme cubierta con una diminuta toalla. Me incomodaba que tuviera el cuerpo húmedo y sobre todo que estuviera prácticamente desnuda. En cambio, las pocas veces que recibía la misma atención, Alexia se mostraba encantada.
    
    - Mamá solo te quiere a ti.
    
    - No es verdad, lo que pasa es que cree que yo ya no la quiero.
    
    - Porque te has vuelto muy serio últimamente.
    
    - Soy responsable, que no es lo mismo.
    
    - Ella echa de menos cuando te gustaba que te abrazara.
    
    - ¿Te lo ha dicho?
    
    - No, conmigo casi no habla, pero se le nota.
    
    - Tiene que entender que ya no soy un niño.
    
    - Seguro que no te importa que otras te abracen y te besen.
    
    Mi hermana tenía toda la razón. No hubiera tenido ningún inconveniente en que alguna chica hubiese querido demostrarme su cariño físicamente, el problema era que hasta ese momento ninguna se había mostrado interesada. Llevaba tiempo buscando novia, rollo o cualquier cosa que me permitiera dar rienda suelta al calentón constante con el que vivía.
    
    En eso coincidía con mi mejor amigo, Nicky. Ambos estábamos desesperados por echar nuestro primer polvo, pero la suerte nunca se ponía de nuestro lado. En mi caso, lo que me impedía ligar probablemente eran mis altas exigencias. Sin embargo, él se conformaría con cualquier cosa, aunque era precisamente esa sensación de desesperación lo que hacía que ninguna quisiera acercarse a él.
    
    Que Nicky no le hiciese ascos a nada era el principal motivo por el que nunca lo dejaba venir a casa. Temía sus comentarios al ver a mi madre paseando ligera de ropa o dando sus exageradas muestras de cariño. Siempre que lo invitaba, tenía que advertirla antes para que se comportara. Mi amigo no tenía ningún problema en que fuéramos siempre a la suya, hasta que surgió un problema.
    
    - Josué, esta tarde vamos a tener que ir a tu casa para terminar el trabajo.
    
    - ¿Por qué?
    
    - Porque me he olvidado las llaves.
    
    - Pues que nos abran tus padres.
    
    - No vuelven de trabajar hasta la noche.
    
    - Podemos acabar el trabajo mañana, no hay prisa.
    
    - Tío, no pienso dejarlo para el último día.
    
    - Es lo mejor, de verdad.
    
    - Vale, pero tengo que ir a tu casa igual, no me voy a quedar en la calle.
    
    No podía dejar que mi mejor amigo se quedara tirado en la calle hasta que volvieran sus padres, así que no me quedó más remedio que llevarlo a la mía. Fui todo el camino rezando para que mi madre aún no hubiera llegado de trabajar o estuviese ocupada en algo. Cualquier cosa menos el habitual recibimiento en paños menores.
    
    Procuré no hacer ruido al introducir la llave en la cerradura, pero una vez dentro me aseguré de decir en la voz más alta posible que venía acompañado. Ya era demasiado tarde. Mi madre había iniciado la carrera desde el cuarto de baño y se dirigía hacia mí para darme el habitual abrazo de recién salida de la ducha.
    
    Todo sucedió muy deprisa, pero yo lo viví ...
«1234...7»