1. Mamá caliente (35)


    Fecha: 15/07/2019, Categorías: Incesto Autor: rey, Fuente: TodoRelatos

    ... monja
    
    - Vos te lo mereces, Angie – dijo cálidamente Sofía y le tiró un beso
    
    - Gracias
    
    Sofía llevó la picada a la mesa ratona del living y le dijo a la monja
    
    - Traé los vasos con las cocas! – en referencia a la Coca Cola
    
    - ¡Dale! – la monja la siguió y no pudo dejar de mirar la curva que dibujaba el vestido sobre el cuerpo de la joven
    
    - Esperá que pongo música – dijo Sofía y se fue a encender el parlante para conectarlo con su teléfono
    
    La monja estaba sentada y seguía a Sofía con la mirada. Parecía que sus ojos no podían despegarse de ella, de su cuerpo y de su cara. Era realmente hermosa.
    
    - ¿Qué pasa que me miras tanto? – decía Sofía desde la distancia con una sonrisa
    
    - ¡Es que sos hermosa! – se envalentonó la monja
    
    - Vos también – dijo Sofía y estiró una mano para levantar a la monja del sillón
    
    No esperaba que ocurriera lo que ocurrió. Cuando iba a tirar para levantar a la monja, sintió que esta tiró más fuerte y Sofía se fue encima de la monja que la recibió con sus brazos y la besó en la boca
    
    No dudó Sofía en corresponder ese beso y metió la lengua con profundidad dentro de la boca de la monja que la recibió con deseo.
    
    - No veía la hora de volver a sentir tus besos – le dijo la monja son sinceridad
    
    - Yo también, me encanta tu boca – se sinceró Sofía
    
    Se besaron con pasión y no tardaron en aparecer las manos de Sofía recorriendo el cuerpo de la monja que tenía un jean y una camisita. Los pechos de la religiosa parecían hincharse de excitación y Sofía lo notaba. Se separó para mirar a la monjita a los ojos y sin dudarlo comenzó a desabrochar el primer botón de la camisa celeste que tenía la monja que, al sentir el contacto de los dedos de Sofía con su piel, se sintió estremecer.
    
    Primero uno, luego otro y otro más para terminar desabrochando todos los botones y abrir la camisa lentamente como el telón de una obra teatral. Cuando vio el sujetador que llevaba la monja no podía creerlo. Era azul de encaje transparente y sus pezones se traslucían por la elaborada tela. Sofía quiso mirar a los ojos a la monja y no pudo, sus ojos estaban perdidos en las tetas de la religiosa que se sonreía ante la cara de sorpresa de su alumna amiga.
    
    Sofía levantó la mirada y encontró los ojos de la hermana que le sonreían junto con toda su cara
    
    - ¿Y esto? – dijo Sofía con una sonrisa
    
    - ¡Una sorpresa para vos! – dijo la monja
    
    - ¡Una sorpresa hermosa! ¿De dónde lo sacaste? – Sofía no podía creer que una monja tuviera semejante corpiño
    
    - Me lo regaló una amiga como una joda cuando tomé los hábitos y lo tenía guardado en casa de mis padres.
    
    - Mirá vos que pícara la monjita! – reía Sofía
    
    - ¡Viste! – dijo la monja y volvió a besar a Sofía en la boca
    
    Sofía acompaño el beso con más lengua y más saliva. Le mordió suavemente el labio a la monja y llevó sus manos a la espalda de esta para desabrocharle el corpiño. Se sintió un poco decepcionada cuando la monja no se lo permitió
    
    - Esperá, sacame el pantalón ...
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