1. Matrimonio por interés y placer (4)


    Fecha: 22/03/2019, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Andrea Haiken, Fuente: TodoRelatos

    ... dar una buena cogida, te pediría las nalgas, aunque fueras casada, viuda, divorciada a monja…. Entiende que cuando uno enloquece por una mujer, no deja de insistir hasta cogérsela. ¿A quién se le va a olvidar una mamada tuya? ¡Por favor mujer!
    
    Al notar Sandra la mirada de Luis sobre su cuerpo desnudo y su excitación manifiesta en la erección de su miembro, fingiendo inocencia en un su tono de voz preguntó
    
    - Entonces ya te soy inolvidable ¿No crees?
    
    No lo dejó responder ya que se inclinó hacia él y se metió el pene en la boca, después de saborearlo unos segundos, lo sacó para acariciarlo con sus manos y agregó
    
    - El problema en los hombres es que cuando se excitan “su amiguito” les exige tanta sangre que les deja el cerebro sin oxígeno y terminan pensando con está cabecita
    
    Le besó la punta del glande y Luis la jaló hacia él diciendo
    
    - Bésame como si fuera él
    
    Sandra lo besó juntando sus lenguas y mezclando sus salivas y al separarse Luis preguntó
    
    - ¿Quieres jugar?
    
    Sandra le sonrió y se giró para ponerse “en cuatro” a la orilla de la cama, Luis de pie en el piso detrás de ella comenzó a acariciarla en silencio. Con sus manos recorrió sus muslos, su cadera, sus nalgas y la espalda la cual besó repetidamente mientras la abrazaba para tocar, apretar y acariciar sus tetas. La besó en los hombros y con suaves y húmedos besos recorrió su columna vertebral hasta llegar a sus nalgas y después de besarlas varias veces, se arrodilló para disfrutar con su boca del excitante y húmedo sexo de su mujer quien gimió cerrando sus ojos. Y al igual que lo hacía al masturbarse siendo una adolescente, comenzó a imaginar que era Sergio el que la estaba disfrutando.
    
    Luis, quien permanecía en silencio, la escuchó gemir con fuerza y sintió en su boca la humedad producto del femenino orgasmo, le besó los labios vaginales, se puso de pie, con su mano apoyó su glande en la entrada de la húmeda vagina y sujetándole las caderas le empujó el pene hasta lo más profundo de las ardientes entrañas para comenzar con el excitante ritual del placer. el cual transcurrió entre jadeos y fuertes gemidos. Cuando la escuchó inspirar con un profundo “chillido” la penetró hasta que sus testículos se juntaron a los labios vaginales, ella levantó su cara hacía la pared de la habitación y exhaló con un “rugido” de placer. Luis al notarlo oprimió su pubis contra las redondas nalgas de Sandra y sin moverse disfrutó de verla y sentirla contraerse de placer. Al terminar su espectacular orgasmo ella inclinó su tronco apoyando su mejilla sobre las suaves sábanas de satín con sus brazos estirados delante de su cabeza y siguiendo con el “juego” expresó
    
    - Que rico coges Sergio
    
    Si bien Luis admiraba la belleza de su mujer a quien describía como una “escultura viviente” por sus formas perfectas, el blanco de su piel, el rosa de sus pezones y pequeñas aureolas, así como de sus labios vaginales. Lo que esta vez tuvo ante su vista era formidable. Sus delicados brazos estirados ...