1. Claudia: De ama de casa fiel a fiel amante.


    Fecha: 22/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Moni Sexy, Fuente: TodoRelatos

    ... mamá y jugar una pichanga. Esto último estaba planeado ya de antemano por eso había citado al posible comprador a las 10am porque sabía que luego del mediodía mi esposo no estaría en casa.
    
    Dado el cambio de planes —mi esposo se fue a las 7am con rumbo al trabajo— pensé por un momento en cancelar la cita con el comprador pero al comentarlo con mi esposo me dijo que el dinero nos venía bien y que el mueble nos ocupaba espacio y que ya ni modo de avisarle a última hora, que llame a mi hermana para que me acompañe si no me sentía segura atendiéndolo sola. Yo sabía que mi hermana no podía ese día porque tenía algo que hacer pero no le dije a mi esposo. Total él tenía razón y seguro nada me podía pasar.
    
    Y de hecho nada malo me pasó, todo lo contrario. Cuando mi esposo volvió no solo tenía el dinero tenía unos cuernos monumentales y una perra por esposa que había sido abierta hasta decir basta, pero no vayamos tan rápido.
    
    A las 10am en punto tocaron a la puerta, yo vestía un pantalón de andar por casa y una camiseta, sin brassier y con tanga debajo del pantalón, vestía unas pantuflas, estaba en mi casa y se me había pasado la hora limpiando, pensé que me daría tiempo de cambiarme. Ya qué, pensé, atendí la puerta.
    
    "Hola, soy fulano de tal, vengo a ver el sillón" me dijo, "hola qué tal", lo hice pasar, "venga le muestro el sillón." Lo llevé a la sala donde lo teníamos en un rincón, "es éste" le dije señalándolo.
    
    Miró el sillón por todos lados, se sentó, se paró, le ofrecí algo para tomar y cuando volvía con unos vasos con limonada helada, me preguntó:
    
    —Señora todo parace conforme pero tengo una pregunta que hacerle, espero no incomodarla.
    
    En ese momento pensé sinceramente que me pediría una rebaja, yo estaba dispuesta a negociar una pequeña rebaja pero no mucha, en verdad nos hacía falta el dinero extra esa quincena.
    
    —No se vaya a ofender, señora, mire, yo estoy buscando un sillón para una cosa específica, quiero tirar ahí con mis hembritas, ¿vio? Especialmente con una que me está volviendo loco, porque se me hace la difícil y yo sé que debe ser tremendo hembrón en la cama.
    
    Su respuesta me dejó impávida y por poco se me cae la bandeja, él se dio cuenta y se apresuró a tomarla de mis manos no sin rozármelas suavemente.
    
    Algo en su respuesta me debe haber calentado porque mis pezones se pusieron duros como la roca. Debí gritarle que se vaya, que era un asqueroso degenerado pero el prosiguió…
    
    —La verdad quisiera comprarlo pero tendría que usted asegurarme que sirve para lo que quiero, tengo que probarlo por mí mismo, tengo que probarte por mí mismo…
    
    —Es usted un….
    
    Se acercó y me robó un beso, pero qué beso, me mojé toda de sentir como me metía lengua y de como apoyaba su bulto contra mi cuerpo, cuando por fin pude separarme de su agarre le iba a tirar una cachetada y él me cogió el brazo y me lo puso detrás mientras sus yemas tocaban sutilmente mi trasero.
    
    —Soy yo, reinita, César, tú eres el hembrón del que hablo, ...