Con el hetero de mi clase a los 30 años
Fecha: 13/07/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Marketero92, Fuente: TodoRelatos
... con mucha fuerza.
- Uff como tragas tío, así cabrón, saboréala bien que sé que te gusta.
Yo me esforzaba por pasar cada centímetro de mi lengua por la polla de Roberto y por darle a ese macho el máximo placer posible.
- Abre la boca y saca la lengua- me dijo tras tirarme de la cabeza hacia atrás.
Eso hice y me lanzó un salivazo, seguido de un segundo.
- Sigue chupando maricona.
Notaba como Roberto estaba cada vez más caliente, estaba muy excitado y sentía su polla como una roca dentro de mi boca, la estaba disfrutando como una perra. Tras follarme la boca un rato se sacó la polla y la utilizó para golpearme la cara.
- Cómo te gustan las pollas eh, zorrita. Ahora me vas a dejar metértela por el culo- seguido de una cachetada en mi cara que me pilló por sorpresa pero que aumentó mi excitación.
Roberto se quitó la camiseta y me levanté. Llevaba años deseando pasar mis manos por su torso desnudo, acariciar sus pezones, palpar sus brazos y sus hombros trabajados del campo. Me dejó lamerle durante unos segundos su pecho y me metió la cabeza en un sobaco.
- Respira y lame maricón, así huele un macho de verdad.
Una mezcla de sudor y desodorante que empecé lamía con devoción durante unos segundos, hasta que me retiró y me dijo.
- Ponte en pompa en el sofá que te voy a meter caña de la buena.
- Eso cabrón, demuéstrame quien es el macho aquí y quien la putita.
- Ufff no me digas eso que reviento con más ganas.
- Eso es lo que quiero, que me des duro cabrón. Quiero sentir tus huevos chocando en mi culo.
Roberto se alejó del sofá, yo pensaba que iba por un condón o por lubricante, pero trajo un espejo de su dormitorio para ponerlo frente al sofá. Ahí, completamente desnudo, con la polla tiesa, y cargando el espejo, me pareció el tío más sexy del mundo. Dejó el espejó a un lado del sofá y me empujó hacia abajo.
- Ponte a cuatro patas frente al espejo.
Me puse a cuatro patas, esperando que empezara a follarme como un animal. Se puso detrás de mí y me metió bruscamente un par de dedos en el culo. Echó un poco de saliva y los volvió a meter. Me pegó una cachetada en el culete y luego una segunda en la otra nalga.
- Ahí, para que sepas quien manda aquí maricón.
- Uff dame otra cabrón, qué macho eres.
- ¡Chas!- resonó en la habitación el sonido de la cachetada.
- Y ahora no grites ni ostias eh
- Vale. Dije esperando que me la metiera.
- Ahí te va, zorra.
Y sin contemplaciones sentí la polla de Roberto abriéndome el culo en dos. No me la metió de un golpe, pero empezó a meterla hasta que hizo tope porque la tenía toda dentro.
- Bufff que coñito tienes maricón. ¡Esto es como un coño, cabrón!
- Uff follame ya tio, dame caña.
En ese momento, Roberto empezó un intenso mete y saca. En la habitación, solo sonaba sus caderas golpeando mi culo y en un momento dado, tiró de mis brazos hacia atrás y con sus manos me tenía sujetado completamente a su merced. En el espejo miraba mi cara de goce, ...