1. Me confundieron con una profesional y me encantó


    Fecha: 05/08/2022, Categorías: Primera Vez Autor: AngieMontiel97, Fuente: CuentoRelatos

    ... respaldo del auto para apoyarse y se levantó un poco. Con su mano derecha en su miembro se acomodó y poco a poco fue entrando en mi vagina. Yo me sentía muy asustada pero al mismo tiempo emocionada y encariñada con él. “Ay amor, ay amor, ay amor, ay amor” Yo repetía mientras sentía como su miembro se abría paso poco a poco dentro de mí. “Ay puta, estas apretadita para ser profesional” Me dijo riéndose mientras seguía poco a poco entrando en mí, se sentía su palo hirviendo y grueso y parecía que nunca acababa de entrar. “Chulada de vieja” me decía mientras al fin llegaba al fondo de mí. Yo lo miraba a los ojos, jadeando. De repente lo comenzó a sacar despacio y empezó a mover sus caderas con buen ritmo, hacia adelante, hacia atrás. Me estaba haciendo el amor, poco a poco más y más rápido, sin ningún cuidado ni ternura, pero se notaba que lo estaba disfrutando y yo también. “¿Como te llamas?” entre gemidos le respondí “Angie, tu puerca tetona”.
    
    Me estaba empujando con fuerza el fondo de mi vagina, se sentía cuando la tocaba, empujaba y sacaba de nuevo para después volver a empujar. De repente nuestras bocas se alcanzaban, nos besábamos, nuestras lenguas se tocaban y nos seguíamos mirando a los ojos. Yo trataba de aguantarme los pujidos pero después de como ocho minutos de estar siendo cogida no pude. “Uh, ay mi amooor” Entre gritos y aullidos no podía dejar de exclamar el placer que estaba sintiendo. “Uh. Uh.” Después de unos minutos más, la presión se comenzó a acumular en mí. Él no dejaba de impactar la punta de su miembro contra el fondo de mi vagina, cada vez que eso pasaba yo sentía un escalofrío en todo el cuerpo, la piel se me ponía de gallina y mi respiración se aceleraba más y más; como si estuviera corriendo.
    
    “Jadeas como una perra correteada” me decía con voz burlona. Yo me aferraba a sus brazos, con mis manos, lo más fuerte que podía.
    
    El se veía confiado, fuerte, como si supiera exactamente lo que estaba haciendo. Sus ojos me miraban a la cara, miraban mis pechos. “Te rebotan bien chido pendeja”.
    
    Sentía su pito como rozaba toda la pared de mi vagina mientras salía y luego de nuevo al entrar, sólo paraba al sentir el fondo de mí. A veces se detenía ahí y empujaba un poco más. “Ya te falta poco, pero ya disfrutaste tú. Me toca a mí putita, haré que te ganes tu propina”
    
    Tomó con sus manos mis dos piernas y las empujó hacía mí, doblándolas y estirándolas al límite, sentía una mezcla muy extraña entre dolor y placer. Mis muslos se apretaban contra mis hombros. Él se estaba divirtiendo. Y comenzó a empujar, meter y sacar su miembro con gran velocidad. El taxi temblaba y brincaba de arriba abajo. Yo estaba gritando, jadeando, berreando, todo al mismo tiempo. Mi cuerpo estaba empapado en una mezcla de su sudor y mío. “Ay puta de mierda estas bien buena” decía él mientras apretaba mis piernas, casi enterrando sus uñas en mi piel. Ahora se veía tenso, excitado, fuera de sí; él estaba disfrutando mucho mi cuerpo.
    
    Él seguía en lo ...