Pau y las prácticas en la Masía. Capítulo 7 - Relatos Eróticos

Pau y las prácticas en la Masía. Capítulo 7

... imaginaba como sería sentir el contacto de esos labios recorriendo mi rabo. El miembro de Eric, se iba perdiendo en la boca de su compañero. Con total facilidad, y sin una sola arcada, los labios de Pique tocaron el pubis de Eric. Aguantó unos segundos. Eric, quizás para aguantar el placer, estiró el brazo y agarró una de las nalgas de Ferrán. Se miraron, y nuevamente me dió la sensación, que el defensa buscaba un beso, pero que no ocurrió.

Me han hecho distintas mamadas a lo largo de mi vida, pero lo que a continuación vi, me demostró que era un aficionado. Lo siguiente que ocurrió, era lo que yo algún día querría disfrutar. Gerard, se sacó la polla de la boca, paro unos segundos y entonces comenzó a chupar las pollas como si no hubiera un mañana.

Iba alternando entre Ferrán y Eric. Por desgracia, la mamada a Ferrán no la podía ver. Pique me tapaba, pero cada vez que volvía a Eric, era un no parar. Chupaba el rabo a un mayor ritmo, entraba y salía de su boca. Paraba. Jugaba con la punta de la lengua con el glande de Eric. La volvía a mamar. Eric jadeaba e incluso había comenzado a jugar con uno de sus pezones, que en ese momento estaban ya durísimos.

Después de chupársela a Ferran, volvió a Eric, aquello no me lo habían hecho nunca. Gerard bajó algo más la cabeza, con una mano agarró el rabo duro y lo pego contra el abdomen del defensa, su boca se abrió y se metió un huevo a la boca.

Gerard chupaba ahora el escroto. Siguió subiendo. Su lengua jugaba en la base de la polla, y como si fuera un helado, empezó a recorrer el tronco despacio hasta llegar al glande. Volvió a metérsela en la boca y siguió chupando.

También me ponía mucho, ver a Gerard, un tipo tan grande, un sex symbol para muchos y muchas, desnudo, arrodillado en una duchas y chupando el rabo a dos niñatos. Se le veía que lo estaba gozando. Eric y Ferrán también disfrutando. Los gemidos, más altos los de Eric, se oían en el silencio del vestuario.

Yo, que simplemente miraba y que no me estaba pajeando, tenía que empezar a hacer esfuerzos para no correrme. A Ferran tampoco le faltaba mucho. Cada vez que la boca de Gerard volvía a su polla, su cuerpo se contraía y gemía más fuerte. No me equivoqué.

Tuve suerte. Ferrán se movió un poco hacia un lado. Gerard me daba la espalda. Eric se puso junto a Ferrán. La escena era increíble. Veía la espalda de Gerard, sus brazos extendidos y a cada lado Eric y Ferrán.

La enorme mano de Piqué parecía pequeña al pajear a Ferrán. Eric también hacía esfuerzos para no correrse, los jadeos era más frecuentes. Como se le marcaba todo ese increíble pecho. Los abdominales de Ferrán estaban contraídos. Miraba su propia polla, mientras la mano de Gerard se deslizaba a toda velocidad. Lo vi en su cara.

Aquel gemido se oyó en todo el vestuario. A diferencia que con Ferrán, la mano de Gerard pajeaba la parte baja de la polla y pude ver el primer lefazo. No llegó tanto como el de su compañero, pero fue mucho más abundante. Yo tuve que ...