1. Continuo manoseando a mí amigo después del descanso.


    Fecha: 11/07/2019, Categorías: Bisexuales Gays Autor: Falisxxx, Fuente: SexoSinTabues30

    ... también al estar todo desabrochado su pantalón mientras tenía mi mano dentro, se libero uno de los mejores olores que haya podido percibir, una combinación de sudor, precum, sumado a su olor corporal característico, no doy más detalles ya que me es difícil describirlo pero sí digo que me cautivo, al voltear a ver lo que hacía mi mano y ver su bóxer la imagen me fascino y sin saberlo nació en mí uno de los fetiches que más disfruto, interactuar a grosso modo con calzoncillos ajenos, pero eso también es otra historia.
    
    Al estar en esta situación tan propicia y justo después de palpar sus testículos aun por encima de ese calzoncillo, me decidí a dejar de darle largas al asunto y disfrutar directamente de lo que consideraba era mío, mi mayor premio y también mi mayor deseo. Al meter mi mano entre su bóxer sentí éxtasis. Por un momento no era consciente de lo que me encontraba haciendo para pocos instantes después no creerme lo que estaba sucediendo, que de verdad estaba pasando aquello que estaba realizando, estaba al borde de ser consumido por la lujuria pero la razón y la fuerza de voluntad me impidieron llegar a puntos muy arriesgados tanto para mí como para él.
    
    El tacto… El tacto lo recuerdo muy bien, era muy suave, la sangre recorría en grandes cantidades y de manera frenética ese falo ya que se sentían todas y el mismo falo a pesar de su suavidad estaba firme y macizo, no cedió en ningún momento, su pubis era muy velludo, los pelos eran largos y ondulados, por un rato me detuve a jugar con ellos; sus huevos debido al calor estaban colgando, eran incluso más suaves que su pene y esto a pesar de estaban cubiertos por abundante pelo. En este punto mi frenesí por tocar todo lo que podía empezó a disminuir, quería ahora dedicarme a explorar cada parte y cada pliegue de esa gran verga, por lo que empecé por sus huevos, les agarraba con delicadeza a la vez y de manera individual, los presionaba un poco siempre siendo muy cuidadoso de no hacerle daño a mi querido amigo, movía mi mano de arriba hacía abajo para sentir como caían ligeramente, lo máximo que llegué a tocar estando ahí fue justo antes de llegar a su culo, en ese pliegue que separa a los testículos del ano, no me anime a más por miedo a su reacción aunque nunca me reprochó nada por cómo lo tocaba y en dónde lo hacía. Dejando a sus huevos de lado, pase a su tronco, como ya mencioné en ningún momento perdió forma por lo que cerraba mi palma en torno a este y subía y bajaba lentamente mientras que a la vez hacía ligeros movimientos circulares para que no fuese repetitivo. Legando ya a su cabeza, comencé metiendo la punta del índice en su prepucio para acariciarle únicamente la punta y lubricar de mejor manera hecho esta acción, le bajaba el cuero y me dedicaba a sobar con toda la mano ese gran cabezón hinchado y embadurnado de precum, soltaba esporádicamente ligeros gemidos.
    
    Todo esto no recuerdo cuánto duro pero toda está serie de acciones duro el tiempo suficiente para que nuestro ...