1. El regalo: Un antes y un después (Decimonovena parte)


    Fecha: 10/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... obviamente Rodrigo perdió. De hecho, no pude contenerme de la risa al verlo en bóxer y camiseta sobre la cual portaba mi delantal puesto, preparando la comida. Había hecho el aseo pues todo el apartamento, estaba perfumado oliendo a limón y canela.
    
    —Hola Mi amor ¿Cómo les fue? ¿Se divirtieron? ¿Estás Cansadita? —Me preguntó mi esposo, tomándome entre sus fuertes brazos por mi cintura y elevándome por los aires.
    
    —Si claro, un poco pues estos dos terremotos no pararon de nadar, correr y saltar por todas partes. —Le respondí sonriente.
    
    —Ya tengo casi lista la comida. ¿Quieres ver? —Me preguntó, llevándome de la mano hasta la cocina para mostrarme su plato preferido. «Trucha al ajillo, arroz con coco y patacón pisao».
    
    —¡Vaya mi amor! Pero… ¿Y todo esto qué? ¿Se puede saber que celebramos? —Intrigada por aquel festín, le pregunté.
    
    —Hummm para que veas que te he pensado mucho. Extraño estar bien contigo y deseo no discutir más. Te pido perdón por desconfiar de ti. Te amo y sé que tú también a mí. Nadie nos va a separar, si siempre nos contamos todo con sinceridad. —Y abrazándome con fuerza me pidió que le ayudara a servir la mesa. Y dándome un beso con su boca entre abierta y una palmada en mi nalga, le colabore para servir la cena, mientras él lavaba las manitos y caras de nuestros hijos.
    
    Los cuatro cenamos felices aunque luchando un poco con mis hijos para que comieran todo. Luego un reposo donde se invirtieron los papeles y eran mi hija y mi pequeño, los que relataban a su padre sus aventuras en el parque. Cansados y agotados, logramos entre mi esposo y yo, cambiarles la ropa y colocarles sus pijamas. No tardaron nada en dormirse, extenuados pero risueños.
    
    —Mi vida, muchas gracias por todo. Estaba delicioso. ¿Quieres bañarte conmigo? —Le pregunté, pero Rodrigo abrazándome desde atrás, besando mi cuello y lamiendo el lóbulo de mi oreja izquierda, me llevó hasta nuestra cama, para tirarme allí boca abajo y decirme…
    
    —Me gustaría darte un masaje primero, para que te relajes y así me vas contando todo lo que hiciste hoy en tu viaje. ¿Has visto donde dejé el aceite de coco? Ahhh ya me acordé. ¡Espérame! —Fue hasta el tocador, lo recogió y sentándose a horcajadas sobre mis nalgas, hizo que me quitara la blusa, desabrochó mi sostén y empezó por aplicarme con ternura y delicadeza, varias caricias sobre mis hombros y un poco más abajo. Cerré mis ojos para disfrutar de aquel momento y le fui comentando sobre el viaje, aquel hermoso poblado y sobre todo la tranquilidad del parque y sus piscinas.
    
    —Vaya, me alegra que tu viaje saliera bien y sobre todo que los niños se divirtieran tanto. ¿Y algo más paso? —Aquella pregunta de Rodrigo me despertó un poco de mi letargo.
    
    —Pues amor, este mundo es un pañuelo, imagínate que me encontré con una amiga. Amanda, la compañera de mi oficina. Iba con una joven muy bonita, Eva, se llama y es con quien comparte el piso. —Rodrigo dejó de masajearme la espalda de improviso, cuando llegaban ya sus ...