1. Camila y Daniela


    Fecha: 15/07/2022, Categorías: Lesbianas Autor: Mario Fernandez, Fuente: SexoSinTabues30

    ... desequilibrio”, pero inevitablemente, había empezado a sentir una creciente y fuerte atracción por Daniela. Concluyó entonces, en dejar fluir todo y no poner presión sobre la situación, ni sobre sí misma, a causa del prejuicio social. Sería un secreto, su secreto, y llegaría, hasta donde la situación la llevara. Sabía, que no podía evitarlo, esa idea estaba penetrando como una filosa lanza, a través de su mente, hasta clavarse en lo más profundo y entrañable de sí. Además, la emocionaba y rompía con estruendosa fuerza, el aburrimiento de la vida. Cerró sus ojos, y durmió profundamente. Daniela, aún seguía despierta, pues no podía conciliar el sueño. Una serie de desconocidas, poderosas y emocionantes sensaciones, se apoderaban de su cuerpo y su mente. No podía parar de recordar a Camila y cada momento de esa noche. Su presencia la cautivaba, su sonrisa la emocionaba, pero por sobre todas las cosas, sin entender la razón y absolutamente extrañada, el cuerpo femenino y voluptuoso de Camila, despertaba en ella, deseos nunca antes vistos. Recordaba atentamente, ese último abrazo, en donde sintió de cerca a Camila, y se deleitaba, al pensar en los enormes senos de esa mujer, llegando incluso a pensar, que deseaba ser una bebé de nuevo, para poder besarlos y chuparlos, como si la estuviera amamantando. No lo planeó, simplemente, esas ideas surgieron naturalmente. No sabía, ni entendía lo que le pasaba, pero en su mente, Camila gobernaba. Ahí estaba la realidad: una niña de 12 años dando vueltas en la cama, con una mujer adulta atravesada en la mente y el corazón, con una sexualidad casi inexplorada y teniendo todo tipo de sensaciones, emociones y pensamientos extraños e intensos, relacionados con una mujer. Nacía una lesbiana empedernida, una come coños desaforada. Aún no lo sabía, con Camila, lo iba descubrir. Nadie puede corregir a la madre naturaleza, nadie puede decir que está bien, o que está mal, si de deseo y amor genuino y compartido, se trata.
    
    Pasaron varios días, y el deseo de una y otra, aumentaba. Aprovechaban disimuladamente en el pasillo y el ascensor, para rozar sus cuerpos y compartir el mayor tiempo posible. Como no podían estar mucho tiempo a solas, eso aumentaba aún más el deseo. Claro está, ninguna le diría a la otra, pues para Camila era solo una fantasía, que pensaba, no estaba más que en su cabeza y no quería dañar nada con Daniela, y para Daniela, era un deseo desconocido y difícil de interpretar, que además no estaba bien, pues Camila era una mujer y además adulta. Juntas con deseo y ambas ocultándolo.
    
    Fue entonces, cuando llegó el anhelado viernes. Durante esa semana, en los múltiples encuentros, ambas detallaron una y otra vez, la vestimenta y apariencia de la otra. Para Camila, el gusto aumentaba, cuando veía a Daniela, en su uniforme de colegio y sentía un deseo enorme, de jugar a la profe y a la alumna, manoseando a ese delicioso bombón y comiéndole la delicada y exquisita vagina, con la lengua. Se excitaba al ...
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