1. Las fotos de mamá (Parte 2)


    Fecha: 09/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Yiyo2115, Fuente: CuentoRelatos

    —¡Joder! —exclamó Sergio— ¡es Mamá! ¿Qué coño vamos a hacer ahora?
    
    Sergio se levantó del regazo de su hermano e Iván extrajo la verga de su culo. Algunas gotas de semen se escurrieron desde la punta mientras Iván intentaba reprimir un orgasmo.
    
    —Rápido —susurró Sergio— métete en el baño, como si te estuvieras dando una ducha…
    
    —¿Y tú? —quiso saber apresurándose cuanto podía.
    
    —No te preocupes por mí, sabré arreglármelas.
    
    Iván abandonó la habitación de puntillas y se dirigió al cuarto de baño que, afortunadamente, se encontraba justo al lado de la habitación.
    
    —¿Sergio? —preguntó la mujer que acababa de llegar— ¿estás en casa?
    
    La mujer abrió de par en par la puerta del cuarto de su hijo. Sergio se había puesto una sudadera y colocado la almohada y algunos cojines por encima, tapándole de cintura para abajo. Estaba acuclillado en la cama, jugando con una consola portátil.
    
    —Estás aquí —dijo la mujer— ¿no me has oído llamarte?
    
    —La partida —dijo Sergio sin levantar la mirada de la pantalla— estoy a punto de batir un record…
    
    —¿Ha llegado ya tu hermano?
    
    —Sí, se está duchando, venía cansado del viaje.
    
    Sergio dijo esto levantando la cabeza de la pantalla por primera vez. Entonces pudo ver algo que le devolvió la erección. Ante si estaba su madre, la misma de las fotos. Llevaba un suéter ajustado que dibujaba sus nada pequeños pechos como dos enormes depósitos de combustible. El cabello suelto, rizado y castaño, desordenado sobre sus hombros y en forma de flequillo sobre su frente, y luego estaban los labios, unos labios carnosos que nacían en dos arrugas en sendas comisuras. Sergio tenía planes propios para esos labios y esa boca.
    
    —¿Qué estás mirando? —quiso saber su madre.
    
    —Nada —contestó Sergio, nervioso, volviendo a su partida— no estoy mirando nada.
    
    En ese momento Iván abandonó el cuarto de baño. Como no había tenido tiempo de llevarse la ropa consigo simplemente se tapó de cintura para abajo con una toalla. La erección producida por el coito con su querido hermano ya se había aplacado, pero al entrar en la habitación lo primero que vio fue el trasero de su madre enfundado en unos ajustados vaqueros negros, y su miembro volvió a endurecerse por momentos.
    
    —¡Iván, hijo mío! —exclamó ella abriendo los brazos de par en par.
    
    —Mamá…
    
    Madre e hijo se abrazaron cálidamente. Iván notó los pechos de su madre contra su cuerpo y se le puso completamente dura. Si su madre notó la verga tiesa por debajo de la toalla, sin embargo, no lo demostró.
    
    —Déjame que te mire —dijo su madre apartándose unos instantes de su hijo y de su pene erecto— estás muy guapo, te ha sentado bien viajar por Europa.
    
    —Pero os echaba de menos.
    
    Su madre se detuvo unos instantes, examinando a su hijo pródigo con amor en los ojos.
    
    —Vístete, tienes muchas cosas que contarnos.
    
    Sergio e Iván se quedaron solos en la habitación de nuevo y, esta vez, con la puerta cerrada. Iván se deshizo de la toalla y le mostró un espectáculo ...
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