1. Elliot y el Abuelo (2)


    Fecha: 22/03/2019, Categorías: Incesto Autor: Nando69x, Fuente: SexoSinTabues30

    ... que podía satisfacerlo en ese momento y yo me sentía gozoso de que así fuera porque estaba haciendo algo que a él le encantaba y yo quería verlo siempre feliz. Cuando hice los votos matrimoniales prometí hacerlo feliz y allí lo estaba cumpliendo.
    
    Ante aquellas maravillosas y deliciosas sensaciones cerré los ojos y comencé a gemir descontrolado en voz alta.
    
    — ¿Te gusta cómo te chupo el ano, bebé?
    
    —Sí, papi… Aaaah me… me gusta como lo chupas —murmuré abriendo los ojos y levantando la cabeza para mirarlo, lo vi ensanchar su sonrisa satisfecho.
    
    De nuevo su boca desapareció entre mis nalgas al enterrar todo su rostro en mi culo y comenzó a moverlo desesperado alrededor de él, restregando su cara hacia arriba y hacia abajo, haciéndome sentir sus babas, su lengua, su nariz, su bigote y hasta su barba presionando mi agujero. Así permaneció durante no sé cuánto tiempo que a mí me pareció una deliciosa eternidad, hasta que bajó mis piernas y se metió de nuevo en su boca mi pene, que lo sentía que iba a reventar de lo duro que se encontraba y volvió a chupármelo como al principio. Yo sentía que todo mi cuerpo temblaba, realmente mi abuelito sabía cómo hacerme sentir increíble feliz. De pronto, ante tanta chupadera de pene y ano, comencé a sentir la sensación urgente de querer orinar y tratando de apartarle la cabeza a mi abuelo de mi pene, se lo dije, pero él no me lo permitió. Entonces le escuché decir con mi polla aun dentro de su boca:
    
    —Orínate, bebé. Quiero que te orines en mi boca… dame todos tus fluidos que quiero saborearlos.
    
    Mi respiración estaba súper agitada y mi corazón palpitaba como si estuviera corriendo un maratón, ante su permiso, sentí que no podía aguantar más y sin más liberé junto con el chorro de orine todas esas deliciosas sensaciones que bullían en mi interior; sintiendo que mi cuerpo temblaba y al mismo tiempo se relajaba. Mientras tanto sentía que mi abuelo se tragaba desesperado todos mis fluidos como si aquello fuera el mejor de los jugos.
    
    Después de aquella explosión, abrí los ojos y vi a mi abuelito acostado a mi lado con su gruesota polla en una de sus manos que movía frenéticamente y con fuerzas hacia arriba y hacia abajo. Sus ojos los tenía cerrado, los labios abiertos y movía sus caderas desaforado. Me senté para observarlo mejor y pude ver que después de varios movimientos rápido de su muñeca, el cuerpo de mi abuelo se tensó para luego temblar y su polla comenzó a expulsar dos chorros de ese líquido blanco y espeso, deslizándose por todo su endurecido tronco. E inmediatamente recordé que tanto el chico como el viejo del video, se lamieron esos fluidos cuando lo expulsaron, y sin pensarlo, me incliné y suavemente pasé mi lengua por la mano de mi abuelo recogiendo un poco de ese líquido que parecía leche cuajada.
    
    Vi que mi abuelo, aun con la respiración agitada abrió los ojos y me sonrió sorprendido pero contento por lo que estaba haciendo sin que él me lo indicara. Cuando notó que me tragué esa ...