1. Terapia de grupo 3


    Fecha: 02/07/2019, Categorías: Grandes Relatos, Autor: ant5cont, Fuente: TodoRelatos

    ... auparse sobre ellas, la chica abrió la puerta del todo y Alex pudo entrever fugazmente una sombra oscura entre sus piernas, justo antes de que el vestido resbalara tapándola hasta las rodillas ¿Serían las bragas o el pubis desnudo?
    
    La muchacha cerró la puerta y conversó brevemente con su amante a través de la ventanilla bajada. Luego se separó unos pasos. El motor arrancó con un suave zumbido. Tras lo que parecieron unos instantes de duda, el vehículo maniobró, enfilando el carril de vuelta. Alex pudo ver a la mujer que se sumía de nuevo en la oscuridad una vez desapareció el haz de luz, quieta y sin moverse, como sorprendida de haberse quedado sola allí. Giró la cabeza hacia él, intentando enfocarlo, como si se acabara de dar cuenta de que había alguien observándola.
    
    Echó a andar muy despacio, como contoneándose, mientras se acercaba. Alex distinguió el pequeño bolso colgado y algo oscuro en la mano derecha. Cuando llegó a su altura pudo ver que eran unas bragas de encaje. Pues sí, iba desnuda debajo del vestido, constató con morboso deleite.
    
    De nuevo la erección…
    
    La joven se dio cuenta, pero no dijo nada. Abrió su puerta y se situó a escasos centímetros de su rostro, casi rozándole con su vientre. Se subió la tela y le presentó su monte de venus. Alex pudo oler el sudor, el aroma a flujo fresco…y algo más. Como si ella hubiese recibido una orden, separó un poco las piernas, abriéndose los labios de su coñito con los dedos. Al principio nada más que piel brillante por la humedad y la promesa de un jugoso regalo que se le ofrecía. Ella, comenzó a contraer los músculos vaginales, haciendo fuerza y luego relajando. Se oyó una pequeña ventosidad al expulsar aire acumulado y luego, un líquido semitransparente brotó del interior, seguido de grumos blancos de semen, cayendo estos al suelo y también resbalando por su muslo izquierdo a medida que perdían fuerza e impulso.
    
    Alex boqueaba con los ojos abiertos como platos, con la mirada fija en la entrepierna de la muchacha y la mano apretando su falo, iniciando casi sin darse cuenta una masturbación. Una oleada de calor invadió su vientre, seguida de una punzada de placer. Fue ella la que tuvo que reaccionar y le pidió que se quitara los pantalones y echase el asiento hacia atrás. Luego, se metió en el coche subiéndose a horcajadas sobre él.
    
    Alex sintió el contacto de unos muslos duros y húmedos cerrándose sobre sus caderas. Ella se inclinó, lo que permitió que sus pechos quedaran al alcance de la mano. Tiró del vestido hacia abajo liberando dos senos pequeños y redondos, que acarició suavemente.
    
    La chica bajó su vientre, de forma que su sexo entró en contacto con la verga. Fue como un chispazo eléctrico que puso a Alex con la piel de gallina. Sintió como los labios vaginales se abrían alrededor de su falo, recorriéndolo de los testículos hasta la punta del glande, empapándolo de flujo y del poco semen que aun salía. Cuando rozó el clítoris, a ella se le pusieron los pezones de punta. ...