Pérfida - Relatos Eróticos

Pérfida

... fiesta de cumpleaños, ya de adolescente con mechas rosas fumando (toda la gente se reía) y ella se sonrojaba en plan "que vergüenza, que mala era", en la universidad estudiando....

Y al decir la voz del actor:

"Y el sueño de Nita es el siguiente"

- "¡Miradme zorras! ¡Soy la reina de las putas!. ¡Germán va a tener más cuernos que todos los alces del mundoooooo!"

Mientras se veía como era doblemente penetrada por el culo, con los brazos abiertos con las fosas nasales llenas de coca, por dos sementales.

Se desató el caos. Germán blanco como el papel se giró para vomitar en los pies de los padrinos. La madre de Germán desplomada sobe el reclinatorio sin sentido mientras su marido intentaba que recobrase el sentido. La madre de Nita había cogido uno de los sobrinos que momentos antes había tirado los pétalos y se lo llevaba en volandas fuera de la iglesia, la mirada del padre era de un odio profundo. Nita por primera vez en su vida estaba paralizada, no reaccionaba. El cura intentaba acceder al cuarto en donde estaba el sistema con el fin de apagarlo. Mientras decía:

- Dios mío dame fuerzas, perdonalos por favor, perdonalos.

En el vídeo solo aparecía Nita follando en la mesa rodeada de chicos jaleando, no daba la impresión cuando había sido grabada esa imagen. El corte de pelo sólo dilucidaba que había sido tomada en los últimos seis meses.

Las chicas estaban paralizadas. Yo cogí al otro niño y salí de la iglesia, detrás mío numerosos invitados salían escandalizado, algunos con niños en brazos con las chaquetas cubriendoles la cabeza y otros sacando a las personas mayores que se persignaban.

Cuando volví pude observar que la mayoría de los adolescentes, de ambos géneros, estaban móvil en mano grabando lo que en el pantallón salía entre risas.

Al fin las chicas reaccionaron, Lola con ayuda de su novio abrió la salidas laterales, Sofi ayudaba al padre de Germán a levantar a su mujer y sacarla. Los padrinos con las perneras llenas de vomito hacían lo mismo con Germán. Asun intentaba sacar al padre de Nita que se aferraba con furia al reclinatorio. Nita desplomada sobre las escaleras del altar con la cabeza hacia abajo.

Con un candelabro de pie largo golpeé el pantallón. La pantalla agrietada lejos de volverse azul dejó la imagen de Nita con los brazos abiertos mientras el chico de abajo la sujetaba por los pechos y las manos del otro la agarraba de las caderas.

Viendo que era imposible eliminar la imagen intenté arrastrar a Nita hacia la salida. Unos brazos fuertes la levantaron y la llevaron hacia la salida mientras yo llevaba la cola del vestido evitando que se le enredara en los pies.

Fuera nos esperaban un montón de ambulancias atendiendo ataques de histeria, desmayos y contusiones.

Ezequiel, el novio de Lola, era el que llevaba a Nita en brazos. La dejó en una camilla que subieron a una ambulancia. Asun y yo subimos con ella.

Ella despertó dos días después. Bueno más bien abrió los ojos. Nos miró a Sofi y ...