1. La curiosidad me llevó a una gran corrida


    Fecha: 01/07/2019, Categorías: Gays Autor: karl, Fuente: TodoRelatos

    ... revista.
    
    Por las tardes-noches recorría con mi motocicleta los sitios que conocía, los parques más o menos grandes, con sitios más oscuros u ocultos, pero no encontraba nada hastq que un día, a las afueras, en un pinar alejado de la Ciudad Universitaria, vi coches aparcados sin nadie dentro y alguna moto candada. Me decidí y aparqué mi moto. Miré, pero no vi a nadie, pero en algún sitio tenía que estar la gente que había aparcado en el arcén del pinar. Me decidí y comencé a adentrarme para ver que sucedía.
    
    Al cabo de un rato comencé a ver sombras de hombres entre los árboles y me convencí que había acertado. Allí se cocía el tema. Seguí andando hasta que vi a un hombre joven apoyado en un tronco. Moreno y de pelo rizado, barba de tres días, camisa desabrochada y abierta para enseñar su pecho moreno, cazadora vaquera y pantalones chinos. Al verme, cogió un cigarrillo, se lo puso entre los labios y me hizo un gesto para que le diera fuego. Le miré, me gustó y noté como mis genitales se excitaban y mi polla respondía. Me acerqué y le dije que no fumaba que no tenía fuego. –Pero me imagino que si lo tendrás en otro sitio ¿No?. Me miró a los ojos y su mirada bajó hacia mi entrepierna, luego a la suya, se desabrochó el pantalón y se bajó la cremallera. Con un ademán experto sacó su arma y me la dejó ver: - ¿Te gusta lo que ves?. Si te gusta tócala.
    
    Le miré a los ojos. Yo estaba excitado y muy nervioso. Luego miré su arma, era preciosa, de piel oscura, por la rendija de su calzoncillo salían mechones de vello negro y espeso. Con deseo pero con precaución bajé la mano y se la acaricié. Casi tiemblo de placer y de una sensación desconocida para mi, Era suave, era preciosa, solo con tocarla se endureció. Yo le acariciaba y cada vez amentaba de tamaño dejando salir de entre su prepucio un maravilloso capullo gordo, terso y precioso.
    
    El hombre se abrió la camisa, me cogió de los hombros y acercó mi cuerpo al suyo, metió sus manos bajo mi camiseta y me la subió, me la sujetó detrás de la nuca y acercó su cuerpo al mío y sus labios llegaron a los míos. Un torrente de electricidad o algo similar corrió mi cuerpo. Su mano apretó suavemente mis mejillas para que abriera la boca y dejar paso libre a su lengua húmeda con sabor a tabaco y alcohol. Dejé que entrara para buscar la mía y lamerla y yo la suya. El calentón hizo que nos apretáramos los cuerpos que nos morreáramos como salvajes y que nos mordiéramos los labios.
    
    Mientras nos morreábamos, me fue desabrochando el pantalón y bajármelo junto a los calzoncillos para que su mano entrara en contacto con mis huevos, me los acariciara con fuerza y me agarrara mi polla y jugara con ella, la acarició, bajó la piel para sacarme el capullo y jugando con la miel que salía me acariciaba con su pulgar.
    
    Con una voz susurrante me dijo al oído : “Mámamela… suavemente”.
    
    Sus manos fuertes y firmes me fueron bajando hasta que mi cara se encaró a su aparato. No se porque o por inercia, le bajé los ...