1. Navidad con la vergota de mi tío


    Fecha: 30/06/2019, Categorías: Transexuales Autor: PaulinatvCDMX, Fuente: CuentoRelatos

    ... como entraba la gorda cabezota, estaba lo suficientemente lubricada, y aun así me dolió, pero yo quería más, así que me atreví a exigirle:
    
    P- La quiero toda adentro… Por favor!!
    
    Por lo que de un solo empujón me penetró por completo.
    
    P-Ahhhh!!!
    
    TA- Te hice daño?
    
    P- Me hiciste tu puta nuevamente…
    
    TA- Por eso me gustas, una zorra debajo de tu ropa de niña consentida.
    
    Cuando terminó de decirlo, me embistió tremendamente fuerte, lo sentí bien dentro. Arquee la espalda como una loca, estaba llena, lo abrazaba con las piernas y dejé que hiciera conmigo lo que quisiera. Aceleró el ritmo y me perdí, gemía su nombre, gemía lo mucho que me gustaba, gemía para pedir más… y entonces, de golpe se detuvo, me levantó y me indico ponerme en la deliciosa posición de perrito, recargada en mis codos sentí que abrió mis nalgotas, y de nuevo comenzó a comerme el culo, lo hacía tan rico como la vez anterior, pero debido a que en aquel momento la piel de mi ano estaba ya sumamente dilatada, la sensación que me provocaba el contacto de su lengua jugueteando en mi interior, era fenomenal, también me gustaba sentir el roce de su bigote picando mi piel, esto lo evidenciaban mis fuertes gemidos de puta que estaba haciendo. Entonces, con voz entrecortada le volví a suplicar:
    
    P- C… cógeme por f… favor!!
    
    El atendió de inmediato mi súplica y se colocó detrás de mí apuntando su grande verga a mí ya para ese momento dilatado y abierto hoyito anal, a la vez que me ordenaba:
    
    TA- Quédate quieta puta… Deja que tu macho atienda como se merecen estas nalguitas que me encantan, tu culito me gusta mucho… Sólo relájate zorrita.
    
    Sentí su dura barra de carne nuevamente en mi ansioso culo, está vez entro sin mayores problemas, poco a poco su peso venció a mi fuerza y debido a las fuertes arremetidas que me daba con cada empujón, terminamos cogiendo en la deliciosa posición de misionero invertido, esto es el encima de mí, pero yo boca abajo. En esta posición, él me tenía completamente a su merced, pues mi tío dispone de la fuerza suficiente para sostener su propio peso con una mano, y mientras con la otra me jalaba del cabello, masajeaba mis bubis, o en determinados momentos, parecía someterme totalmente pues cambiaba por completo la forma de cogerme, cambiaba de tratarme de una forma ruda, de tratarme como a una puta, a besarme el cuello, los hombros, a buscar mi boca para besarla también, se acercaba a mi oído y me decía cosas como:
    
    TA- Me gustas mucho Paulita, siempre me has gustado mucho. Eres una mujer hermosa. Me encanta hacerte el amor. Eres la mejor hembra que yo he tenido. Estas riquísima muñequita.
    
    Y de pronto volvía a transformarse y volvía a tratarme como a su puta, aunque, lo acepto, lejos de molestarme o disgustarme, me encanta la versatilidad a la hora del sexo de este hombre. De pronto, sacó su inmensa vergota de mi interior y se recostó a mi lado, jaló mi cuerpo hacia el suyo para quedar en la rica posición de “cucharitas”, pasó una mano ...