1. Tras la boda de mi mejor amiga (1/5)


    Fecha: 29/06/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Hypnos, Fuente: TodoRelatos

    Tras ese fin de semana me sentía eufórico, esa sensación que hacía tanto que no tenía, esa que tienes al conseguir algo que consideras inalcanzable en ciertos momentos de tu vida, como me había pasado con ese ascenso hacía poco más de un año, que me llevo arduo sufrimiento junto a la pérdida de más de una amiga por falta de tiempo, que al recibir la noticia necesitas contagiar tu felicidad al resto de la humanidad por haber conseguido algo que pensabas fuera de tu alcance… pues así me sentía, pero multiplicado por 1000 después del fin de semana de la boda de Paula.
    
    Mis amigos se quejaban que no eran capaces de seguirme el ritmo, ni de fiesta ni en deportes. Me echaban en cara mi exagerada felicidad y mis ganas de hacer vida social. Reconozco que no soy la persona más social del mundo, disfruto de la tranquilidad y soledad con un buen libro, y muchas veces por trabajo he dejado muy de lado la parte social, pero siempre intentando balancear para no perder amistades e intentar estar siempre que se me necesitaba.
    
    Mi familia igualmente me veía con más entusiasmo en ciertas facetas, pero el problema es que no podía compartir con nadie aquello, me estaba matando. Había sido uno de los mejores días de mi vida, había conseguido estar con la mujer que llevaba idolatrando desde hacía más 15 años y había sido perfecto… menos la situación… no es el mejor momento una boda y menos con toda su familia cerca… pero lo habría repetido si diera atrás en el tiempo.
    
    Desde el momento en el que llegué a casa tras la boda, retomamos el contacto por whatsapp, yo estaba un poco descolocado por lo que había pasado y tampoco sabía cómo manejar la situación, pero al final tras tantos años de amistad lo normalizamos bastante y no se hizo bola, pero teníamos una conversación pendiente. Intenté llamarla varias veces, consideraba que era algo que era mejor hablar que evitar mal entendidos, quedar en persona no era viable en el corto plazo. Esa llamada no llegó, Paula me daba largas constantemente, pero tampoco le di más importancia, entre el estrés de la boda y la vuelta al trabajo (el viaje de novios lo habían pospuesto un mes por una operación de un familiar) lo dejé pasar, hasta que pasadas dos semanas me comentó que tenía que ir en dos días a la capital por trabajo.
    
    Aquello hizo que mi cabeza empezara a volar… siempre que venía por trabajo estaba un par de días, casi siempre se había quedado en mi casa estuviese o no yo esos días, había confianza de sobra. Era la oportunidad perfecta para volver a estar con ella. Como un crio empecé a dejar volar mi imaginación, pensando en restaurantes nuevos a los que ir con Paula esos dos días, pensando en comprar ese vino que tanto le gustaba e incluso en cambiar las sábanas, decía que tenía sábanas de follador… uno no puede tener sábanas finas por lo visto sin ser acusado de libertino.
    
    Aquellos días de espera pasaron volando, Paula me pasó la dirección de un bar en el que me esperaba tras el trabajo. Cual quinceañero ante ...
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