1. Agua para mis flores en el hotel


    Fecha: 21/03/2019, Categorías: Confesiones Autor: Patita Putita, Fuente: CuentoRelatos

    ... Seguí sin hacer nada. Ni verlo, estaba “arreglando” las flores…
    
    Bajó la mano a mi cadera y yo quieta… y poco después a las nalgas. A seguir me dijo:
    
    ¿Usted cree que podríamos querernos… un poco…?
    
    Me acarició las nalgas, casi descubiertas, con solo la tanguita que las defendían del invasor. Yo inmóvil.
    
    Si… yo creo que sí, respondí, juntándome más al tipo, facilitando el ya claro manoseo.
    
    Podía verme muy bien. En todo momento, no dejaba de ver sin recato mis pechos, muy visibles en esa pequeña prenda. Y yo quieta…
    
    Usted es muy atractiva… y a seguir, sin más trámite me dijo: ¿le parecería que podríamos irnos allá… indicando la cama con un gesto?
    
    Para ese momento esta putita ya estaba ardiendo, muy caliente, asentí sin dudar, no pude hablar. Si, sin duda ya quería esa verga.
    
    Sin más, a seguir dijo, voy a cambiarme y se metió al baño.
    
    Riéndome con mi marido, con las manos le hice señas de que iba a ser cogida. Me desnudé, fui a la cama y reclinada de espaldas, esperé mi nuevo picador, lista para que me cogiera. Me reía y le hacía gestos a mi maridito. Al oír el ruidito de la puerta del baño, abrí las piernas y levanté las rodillas a manera que el pinche empleado lo primero que viera fuera mi coño bien ofrecido. Y mi amorcito desde la ventana pudiera apreciar muy bien como su mujercita era jodida como una puta. Que pudiera ver bien como le metían un palote a su zorra. Jugando todavía le hice algunos gestos obscenos indicándole que iba a dar las nalgas.
    
    El mesero salió encuerado, de palo duro y se me fue encima sin dudar, metiéndome una buena verga, sin protocolo, como corresponde con una zorra callejera, Aprovechando los movimientos, me moví de lado un poquito, para que mi marido viera bien como ese cabrón me estaba metiendo el camote, y como yo me movía cachondamente.
    
    Después me comentó riéndose: ¡Pinche putota cabrona! Te moviste para que yo te viera mejor con una vergota metida.
    
    ¡Siiii…!
    
    Chaca… chaca… chaca… no tardó mucho en venirse el guey, y casi yo…
    
    Sin más, se levantó, entró de nuevo al baño, se vistió y se fue. ¡Ni las gracias dio! Era razonable, era como debería de ser, había chingado gratis a una buena perra… Además, ofrecida… (¡Esas doñas que se creen especiales)
    
    En seguida entró mi maridito, todo excitado, con la verga bien parada:
    
    ¡Linda…! ¡Que linda huilita! ¡Que buena cogida te dio ese gûey! ¿Te gustó? ¿Estás contenta y satisfecha?
    
    ¡Para cabrón! Si, estoy contenta y muy caliente… pero fue muy rápido… me faltó algo más de verga… ese cabrón solo me la metió y chaca, chaca… eso fue solo un rapidito.
    
    ¿Quieres otro palo? Además del mío que es de rigor, putita linda…
    
    Siiii…
    
    ¿Qué te parece llamar al guey, y decirle que mande a su amigo?
    
    Siii, ¡qué buena idea…! ¿a ti te parece?
    
    Y lo llamé:
    
    Hola fulano, acabas de estar conmigo…
    
    ****
    
    Si, estoy contenta, fue muy bueno… eres de primera… Dime algo: ¿a tu amigo podría interesarle traerme agua para mis flores…?
    
    ****
    
    ¿Sí? ...