1. Agua para mis flores en el hotel


    Fecha: 21/03/2019, Categorías: Confesiones Autor: Patita Putita, Fuente: CuentoRelatos

    Cuando sucedió esto, ya habíamos recorrido un largo camino, ya sabíamos que era una alegre puta de corazón, ya había conocido muchas vergas, ya me habían cogido de todas las formas, por todos los agujeros y las cogidas con varios no eran ninguna novedad.
    
    Aquí voy algo especial que sucedió en un muy buen hotel de Brasilia, el Nacional.
    
    Estábamos casi de viaje, en solo unas pocas noches saldríamos del País, y había muchas actividades de despedida. Ya de noche se nos ocurrió una pequeña aventura. Pensábamos que sería pequeña, algo de exhibicionismo, resultó ser algo muy especial, un recuerdo para siempre, muy bueno.
    
    Platicando del día, y de cosas triviales, mi marido viéndome en un lindo y pequeño baby doll, muy transparente, sin brassiere, con unas pantis igualmente pequeñas y transparentes. Me dijo: ¿Qué te parece si hacemos algo de exhibicionismo? ando caliente.
    
    ¿Cómo que amor?
    
    Llamar al servicio de habitación y pedir unas bebidas. Recibes al empleado, así como estás, yo simulo estar bañándome. Después me cuentas como fue.
    
    Bueno, me gusta la idea.
    
    Así lo hicimos y aguardamos impacientes la llegada del empleado. Cuando tocó, rápidamente se metió al baño y abrió la regadera.
    
    Abrí y eran dos empleados, que me examinaron de arriba abajo sin ninguna reserva. Siguieron las preguntas de rigor, colocando las bebidas en una mesita. Y platicando pendejadas. Sonriendo vi como se turnaban para que uno me distrajera con alguna pregunta y el otro me comía con los ojos.
    
    Ya de salida, uno me dijo:
    
    ¿Quiere usted que le traiga agua para sus flores? Preguntó, viendo un ramo de flores sobre el mueble.
    
    ¡Si por favor! ¡Que buena idea!
    
    Bien, regreso en seguida. Dijo con una expresión de contento.
    
    Y salieron riéndose. Seguro poniéndose de acuerdo quién regresaría... ¿A qué? A zingarme ¡claro!
    
    Riéndome conté a mi amorcito lo que había pasado. Le pareció muy bueno y ambos sabíamos que podría ser cogida algo después. Me ajustó la prenda a quedar al borde del panti, descubriendo las nalgas.
    
    ¿No te parece muy descarado? Le dije…
    
    Siiii, claro que es descarado ¿No se trata de eso? Como tenía razón, ya no dije nada.
    
    En cuanto estábamos esperando, el sinvergüenza estuvo pensando, y examinando un balconcito, confirmó que desde ahí podía ver todo el cuarto por una pequeña abertura en la cortina, discretamente, sin ser visto. Cuando oímos tocar la puerta, rápidamente se escondió y abrí. Sin decir nada, el hombre entró con una jarra de agua y comenzó a acomodar las flores. Junto, yo veía lo que hacía y me movía de un lado a otro, con la intención de que me viera bien. Como estaba, tenía las nalgas casi al descubierto.
    
    Es usted muy bonita…
    
    Gracias…
    
    Y muy bien formada…
    
    Tentativamente, suavemente, colocó su mano en mi cintura. No me moví, obviamente supo que estaba de acuerdo.
    
    Gracias… me le acerqué algo más, facilitando manosearme más claramente.
    
    Me rozó la pierna, y puso la mano por la cintura, como abrazándome. ...
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