1. La obra


    Fecha: 28/06/2019, Categorías: Grandes Series, Autor: Akuaries, Fuente: TodoRelatos

    ... pensando en cenar con su hija, salió del trabajo con ganas de prepararla para los dos, pero no pudo ser. No sabía que hacer, si la avisaba diciéndole que quería cenar con ella, Lucía le ponía una excusa para no hacerlo, solo alguna vez que la había pillado en casa por sorpresa, había conseguido que se sentaran juntos en la mesa y cruzar cuatro palabras.
    
    Después de cenar y dejar la cocina organizada se acostó, estaba cansado, demasiado cansado y triste para pensar. Dio unas cuantas vueltas dentro de la cama, hasta que escuchó que se abría la puerta y llegaba Lucía, entonces se pudo dormir.
    
    Lucía entró en su casa, se quitó los zapatos para no hacer ruido, sabía que su padre estaría durmiendo y al día siguiente se levantaba temprano para ir a la obra. Entró en su habitación, cerrando la puerta detrás de ella, dejó los zapatos en la parte baja de un armario, luego se quitó la chaquetilla y la colgó en el mismo armario, miró la mesita que había en un rincón, con una silla delante, la mesa en la que estudiaba, se acercó y apiló varios apuntes que le harían falta en las clases del día siguiente.
    
    Se giró y se miró en el espejo, que ocupaba casi toda la pared. Se vio de perfil, el top le marcaba un par de buenas tetas, las que tanto le gustaron al zoquete de su novio cuando lo conoció. Se giró un poco más, que buen culo me hacen estos vaqueros, no me extraña que el zoquete se muera de ganas por follármelo, lo tiene claro, pensaba Lucía, mientras se miraba y palpaba el culo. Se quitó la ropa, por último el tanga, tirándolo todo a un cesto de mimbre, donde dejaba la ropa para lavar. Se puso una camiseta y se metió en la cama, apagando la luz.
    
    Lucía pensaba, habían estado bien los últimos meses, tocándole las narices a su padre con el novio, pero sabía que él tenía razón, con ese tipo no iba a ninguna parte, un niñato malo que vendía drogas, un tío sin oficio ni beneficio. Por no hablar de lo machista que era el cabrón ¡Joder! Si me lo tengo que follar cerrando los ojos para correrme, pensó, y él, que no me quiere comer el coño porque le da cosa, que cabrón, le da cosa comerme el potorro, pero bien que luego se fuma todas las mierdas que se fuma sin reparos. Su padre, y sus amigas de la universidad, se lo habían dicho muchas veces, ese tío no es para ti Lucía. Un día de aquellos, rompería la relación o lo que tuviera con él, se autoconvencía a ella misma.
    
    Cerró los ojos intentando dormir, respiró profundamente para relajarse, entonces le vino a la cabeza Carlos. Carlos apareció en varias de sus clases aquel curso, cuando lo vio la primera vez, le pareció un chico interesante, cuando lo volvió a ver el siguiente día, se enamoró de él, al menos físicamente, por desgracia, no había tenido la suerte de poder hablar con él demasiado tiempo, solo un ‘Hola’ y un ‘Adiós’ de vez en cuando, no sabía como era de carácter, pero por su imagen, parecía un buen chico. Tampoco tenía muy claro, porqué no se había acercado a él para hablar, seguramente porqué ...