1. La obra


    Fecha: 28/06/2019, Categorías: Grandes Series, Autor: Akuaries, Fuente: TodoRelatos

    ... hubiera gustado a Armando, saber algo de la expareja de Pablo, porque él, nunca se lo dijo, pero estaba claro que no convivía con nadie. Esa especie de aura misteriosa que desprendía Pablo le gustaba a Armando, le gustaba y le causaba una cierta pena, estaba seguro que Pablo se guardaba demasiadas cosas para él, en algunos momentos se le veía distraído y serio. Le tenía mucho aprecio y no le gustaba ver como su amigo sufría en silencio.
    
    -Sabes Pablo, tú tendrías que ser aparejador o algo así, con lo perfeccionista que eres.- Se cachondeaba Armando.
    
    -No, no, si lo fuera, no podría comprobar lo recta que quedan las paredes de ladrillos, ya sabes lo que me gusta eso.- Respondía riendo Pablo.
    
    -¿Vamos a tomar unas cervecitas?- Preguntaba Armando mientras bajaban los dos por las escaleras.
    
    -Gracias Armando, hoy quiero llegar pronto a mi casa y preparar la cena con tiempo.
    
    -Siempre pensando en tu hija, Lucía debe estar orgullosa de su padre.
    
    -Ya sabes como son los jóvenes de ahora.
    
    Le respondía Pablo mientras se alejaba, Armando lo miraba desde el inicio de las escaleras. Otra vez aparecía el Pablo misterioso, cabizbajo, caminaba lentamente saliendo de la zona de obras.
    
    Pablo conducía, pensando que debía haber cambiado ya hacía unos años, aquel viejo utilitario que lo llevaba de un lugar a otro, básicamente de su casa al trabajo y del trabajo a su casa. Desde hacía años, su hija Lucía no quería que la llevara o la fuera a recoger a ningún sitio.
    
    Aparcó delante de su casa, una casita vieja de planta baja, situada en un antiguo barrio de varias filas de casas tocándose unas con otras, las filas estaban separadas por unas estrechas calles, justo el espacio para aparcar un coche y que pasara otro con ciertos problemas. Ya se sentían rumores, de que tarde o temprano los desalojarían para hacer edificios de viviendas.
    
    Las casas, eran estrechas y alargadas, al entrar, en un largo pasillo se veía la puerta que daba acceso a la habitación de su hija, al final del pasillo, se abría el pequeño salón comedor, con la cocina delante, en un lateral del salón, una puerta daba acceso a la habitación más grande de la casa, en el frente, otra puerta salía al patio trasero, una estrecha parte del patio, se extendía por el lateral de la casa, para que las habitaciones, pudieran tener una ventana exterior, al lado de la cocina, el cuarto de baño. Una casa muy antigua, que nada tenía que ver con las modernas distribuciones actuales.
    
    Cerró el coche, agarró otra llave del mismo llavero y abrió la puerta de la casa. Caminaba por el pasillo despacio, le había parecido oír un ruido. Justo al pasar por la puerta de la habitación, se paró en seco, era la habitación de Lucía, su hija. La puerta estaba abierta y podía ver perfectamente, a Lucía cabalgando duramente, casi salvajemente, a su novio, los dos intentaban apagar los gemidos, para que no les escucharan los vecinos, pensó Pablo. Apoyándose en las puntas de los pies, salió de la casa sin hacer ...
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