1. Mi paciente se volvió mi esclavo (1)


    Fecha: 28/06/2019, Categorías: Fetichismo Autor: Dra Fetish, Fuente: TodoRelatos

    ... tiempo.
    
    -Suficiente, llevamos mucho tiempo ya.
    
    -Haaaa…
    
    Saqué mis dedos de su boca y sonó como cuándo le quitas un chupete a un bebé. Inmediatamente dirigí mi pie izquierdo a su pene, lo puse entre mis dos pies y comencé a masturbarlo intensamente.
    
    -Ahhhh, doctoraaaa…
    
    -Shh, que se calle por favor.
    
    Le tapé la boca con mi mano derecha la cual aún traía el guante de nitrilo. Sentía su respiración caliente en mi mano, incluso pude sentir que estaba lamiendo el guante. Extraño, pero fascinante, estaba bajo mi control total.
    
    Pasó 1 minuto aproximadamente, mientras lo masturbaba con fuerza, intentó hablar.
    
    -Doc….toraaa… me voy… a correr…
    
    Entrecortado por la excitación y sumado al hecho de que le estaba tapando la boca, a duras penas le entendí. Pero no me importó, seguí moviendo mis pies más y más. Destapé su boca y metí mi dedo índice y medio, el comenzó a chuparlos inmediatamente aunque trajera un guante e impidiera tocarlos directamente. Estaba completamente perdido en el placer.
    
    Yo no podía dejar de ver su pene enrojecido y palpitante. Entonces, vi su cuerpo estremecerse y de pronto…… comenzó a disparar semen intensamente. Llenó mis pantorrillas y mis pies quedaron escurriendo de semen.
    
    Me quedé sorprendida por la escena. Saque los dedos de mi mano que estaban en su boca. Y apunté a mis pies.
    
    -Sabe lo que hay que hacer verdad…
    
    -No… dígame doctora…
    
    -Debe limpiar lo que hizo. Pero, con la boca.
    
    -……
    
    Pude ver como sus ojos brillaron en el momento en que le dije eso, era algo que él deseaba, estoy segura.
    
    -¡Sí!
    
    Sin pensarlo mucho comenzó a lamer mis piernas, limpiando el semen que había caído ahí. No sabía si lo estaba tragando o lo guardaba en su boca. Pero limpió el semen de mis pantorrillas, de mis pies, incluso entre los dedos.
    
    Esa escena fue maravillosa para mí. Era total sumiso y obediente. Un increíble juguete, pensé.
    
    Cuando terminó de limpiar todo con su boca, volteó a verme y vi cómo comenzó a tragar su propio semen.
    
    -Jajaja, no creí que lo fuera a hacer
    
    -Usted me lo pidió, doctora…
    
    Sin más, me puse de pie y me puse mis sandalias. Podía sentir un poco pegajosas las plantas de mis pies, se pegaban a la suela de las sandalias. Supongo que la mezcla de semen y saliva hizo esto.
    
    Él se levantó, se subió la ropa interior, el pantalón, comenzó a fajarse nuevamente la camisa y se sentó en la silla del frente como si nada hubiera pasado.
    
    No hablé, ni él tampoco.
    
    Llené la receta médica, la firmé, le dije cómo tomar el medicamento y se la di, le di la receta junto a mi tarjeta de presentación. Con la dirección de mi consultorio privado y mi número de teléfono.
    
    -Espero se recupere, Antonio.
    
    -Gracias por la consulta, doctora.
    
    Con una sonrisa amplia, que casi iba e oreja a oreja, él se despidió. Yo, simplemente agité mi mano de un lado a otro…
    
    Esa tarde, al llegar a casa para comer antes de irme a mi consultorio particular.
    
    Me dirigí al buró de mi habitación, saqué mi ...