1. Mi paciente se volvió mi esclavo (1)


    Fecha: 28/06/2019, Categorías: Fetichismo Autor: Dra Fetish, Fuente: TodoRelatos

    ... mi pie derecho, jugueteando con la sandalia. Pude notar cómo seguía mi pie y mis dedos con la mirada.Oye, mis ojos están aquí, pensé.
    
    Sin embargo no sentía incomodidad… no sé si por el hecho de que era algo atractivo, o porque no me estaba viendo las típicas partes que se suelen sexualizar como los pechos o las nalgas.
    
    Pero, algo en mí, por primera vez, se sentía extraño.
    
    Le dije que se sentara en la mesa de exploración. Se sentó y comencé a explorar. Como dije antes, no me equivoqué en su complexión. Claramente hacía ejercicio.
    
    Normalmente para este tipo de padecimientos no se tiene que revisar nada más que por fuera y superficial. Pero, siempre he sido buena, y nunca he hecho nada que comprometa la barrera médico paciente. Ese día, dije, ¿por qué no? Todo médico tiene sus historias con algún paciente… ¿o no?
    
    Impulsada por ese pensamiento le dije.
    
    -Debo revisarlo, ¿puede quitarse el pantalón?
    
    -……
    
    No dijo nada. Hubo un pequeño silencio. Supongo que sabía que para estos problemas no es necesario este tipo de revisión. Ah, qué desilusión, fracasé, pensé.
    
    -Claro doctora.
    
    Uhm. Funcionó. Pero… no debo levantar sospechas, así que mientras el se desvestía de la parte inferior, me dirigí al cajón de mi escritorio por un par de guantes de nitrilo azules. Mientras caminaba, sentí su mirada sobre mis pies y mis piernas.
    
    Al voltear, estaba ahí acostado en la mesa de exploración con su ropa interior. Eran unos slippers de color rojo, tal vez por el tipo de ropa o tela, pero se le notaba un increíble bulto.
    
    -Debo revisarlo, se tiene que quitar la ropa interior también
    
    -Ah, sí… disculpe.
    
    Cuando comenzó a bajar la ropa interior, pude notar que tenía una increíble elección. No era un pene enorme, era de unos 18-20cm. Pero era bastante grueso, más moreno que su piel y la punta enrojecida, no tenía circuncisión.
    
    -Muy bien Antonio, lo voy a revisar.
    
    -Si doctora… disculpe que esté así
    
    -¿Así cómo?
    
    -Pues… así erecto.
    
    -Oh… ¿en qué pensaba?
    
    -No… en nada
    
    -¿Seguro?
    
    No se si fue por impulso, o realmente esta situación me estaba poniendo caliente, pero con mi mano derecha tomé su endurecido pene y lo apreté con algo de fuerza. Sentí cómo su cuerpo se estremeció.
    
    -Ahhh… doctora…
    
    -Sí, ¿qué sucede?
    
    -Es que… uhmm… su mano..
    
    -¿Le gusta que le apriete? Veamos un poco más.
    
    -Ahhhhh, doc… tora…
    
    Apreté con más fuerza y retraje por completo su prepucio. El glande ahora era completamente visible, rojo y ancho, podía ver el orificio de su uretra abrirse más cuando retraje el prepucio, sin duda una buena vista.
    
    -¿Me dirá por qué está erecto?
    
    -Ahh… sus pies doctora…
    
    -¿Mis pies? Uhm, ¿qué tienen?
    
    -Ah, son bonitos, me gustaron…
    
    -Oh, por eso no dejaba de verlos… entonces es de esos que se excitan viendo pies. Dígame, ¿en casa se iba a masturbar pensando en ellos?
    
    -Uhmmm… no doctora, yo solo….
    
    Cuando lo negó, con mi otra mano agarré sus testiculos y los apreté. Noté que su cuerpo tembló y ...
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