1. Mi primito 5 - El pequeño Tommy


    Fecha: 26/06/2019, Categorías: Gays Autor: TeenBoy, Fuente: TodoRelatos

    ... quiero ver los dibujos y me molestas. —dijo, ahora se estaba comportando de manera muy despectiva.
    
    —Lo siento, no quería incomodarte, a veces me meto donde no me llaman, pensé que los amigos hablaban de todo...
    
    —No somos amigos, solo estás aquí porque mis padres te pagaron para vigilarme. —dijo tajante, su actitud cambió, estaba claro—. Y no deberías estar, sé cuidarme solo.
    
    Sus palabras en parte me dolieron, pero tenía razón, no éramos amigos...
    
    En silencio, viendo los dibujos, ambos terminamos de cenar.
    
    —Bueno, me lavo los dientes y me voy a dormir. —dijo Tommy llevándose su plato a la cocina, su actitud había cambiado, ¿por qué? ¿qué dije?
    
    Me quedé un rato viendo la tele, llevé mi plato a la cocina y tras lavarlo fui al baño, me lavé la cara y me quedé mirando al espejo.
    
    Caminé hasta el cuarto de Tommy, tenía la puerta entornada y por la luz que salía del cuarto pude imaginar que tenía su lamparita encendida.
    
    Me asomé pensando que estaría leyendo algo pero no, estaba durmiendo, con la luz encendida, me acerqué para apagarla y su mano me sujetó de golpe dándome un susto de muerte.
    
    —NO la apagues. —dijo mirándome fijamente.
    
    —Perdona, pensé que te la dejaste encendida...
    
    Se dio la vuelta dándome la espalda, suspiré y preferí salir de allí y dejarle dormir, me fui al salón y me tumbé en el sofá, me dormí rápido, porque cuando quise darme cuenta el profesor me estaba despertando.
    
    Ambos me agradecieron que cuidase de Tommy y me llevó a mi casa, durante el trayecto, el silencio era el dominador absoluto del ambiente, las calles, vacías y oscuras, daban un toque aún más lúgubre y siniestro.
    
    —Pues ya estamos, esta es tu casa, ¿No? —me preguntó el profesor, afirmé con la cabeza y le agradecí por traerme—. No es nada, gracias a ti por cuidar de Tommy.
    
    Iba a salir del coche cuando su mano sujetó mi muñeca.
    
    —Oye..., si alguna vez necesitas más ayuda, no me importará ayudarte, eso sí, que sea un secreto o todos tus compañeros pensarán que eres un aprovechado...
    
    —Ah, ehh..., no se preocupe por eso, no diré nada.
    
    —Kyle, ¿seguro que está todo bien? —me preguntó frunciendo el ceño.
    
    En ese momento recordé la libreta de su hijo y tragué saliva, iba a abrir la boca pero en ese momento el ruido de un hombre paseando a su perro cerca me asustó y me callé.
    
    —Debo volver a casa. —dije.
    
    —Vale, descansa y de nuevo gracias. —dijo el profesor.
    
    Salí del coche y al llegar a la entrada recordé que no tenía llaves, el profesor arrancó el coche y se marchó.
    
    —¡Joder! —grité con furia.
    
    La luz del salón de mi casa se encendió y retrocedí varios pasos, la puerta se abrió y mi primo Erik me miró negando con la cabeza.
    
    —¿Dónde estabas? —preguntó en susurros.
    
    —No te importa. —le aparté empujándolo con el hombro y subí las escaleras con rapidez, entré a mi cuarto y cuando iba a cerrar mi puerta mi primo la detuvo.
    
    —No, primo, dime de donde vienes a estas horas, además, escuché el motor de un coche segundos ...
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