1. Fuera de temporada


    Fecha: 26/06/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... de Cofete. Una playa virgen en Fuerteventura. Miró precios. Vio que eran muy baratos al ser fuera de temporada, se dio cuenta de que en la ingeniería le debían un montón de días y decidió darle una sorpresa a Mabel. Por una vez, hacer algo romántico. Fuerteventura en marzo. Además, su cumpleaños, el de Dimas, era en abril. ¿Qué mejor forma de celebrarlo que por anticipado? Pensó que gracias al calentamiento global casi no se notaría. Incluso podrían bañarse. Al parecer, por lo que les dijo en la cena, Reme había ido un par de veces. “Un lugar donde todo puede fluir” lo había definido la pelma de su hermana con ese tono de Deepak Chopra que se le ponía cuando no estaba hablando de los programas televisivos a los que quería acudir para convertirse en casi famosa.
    
    Aprovechó que Reme dormía tras una noche de fiesta. Cogió los pasaportes, aunque no hacían falta, las tarjetas de crédito y preparó dos maletas: la suya y la de Mabel. Bañadores y alguna ropa. Total, su mujer, tras hacer el doctorado se había quedado esperando destino en la universidad y no estaba claro cuánto iba a durar ese impás. Le dejó un posit a su hermana en el espejo del baño para despedirse y en cuanto llegó Mabel, no la dejó ni entrar en casa.
    
    –Nos vamos. De vacaciones.
    
    –Pero, pero…
    
    Quiso darle un todo de sorpresa romántica. Pero era más que eso. No había que dejar a la reina del control espacio para pensar. Si Mabel reflexionaba un momento, empezaría a poner pegas. Ella quiso hablar, él la besó.
    
    Y tiró de ella hacia el ascensor, con las dos maletas, los billetes de avión y la esperanza de que un cambio de aires inyectase nueva savia a su decaída vida sexual.
    
    Un día antes
    
    Un día antes del humillante streptease en la piscina que no auguraba nada bueno para él, Dimas ya había presenciado una experiencia que servía de precedente. El hotel se encontraba casi vacío. El patibulario recepcionista calvorota que siempre que podía exhibía un tatuaje de inspiración celta en el hombro derecho estaba allí con su hijo, un mozalbete de unos 15 años, rechoncho, despeinado y con la cara llena de granos. Al parecer la madre se había divorciado hacía mucho y no había vuelto jamás. Viendo a aquella pareja, nadie podría culparla. Padre e hijo se encargaban del hotel al que sólo se podía llegar en 4x4, ayudados por una especie de botones y chico para todo. El mínimo personal porque estaban fuera de temporada.
    
    Dimas miró por la ventana de su habitación y vio a Mabel. ¿Era necesario? Sí, hacía calor. Pero había resultado indispensable estar así hundida en la piscina hasta la cadera, pero con el cuerpo en L, apoyada en el borde del agua leyendo una revista de moda, la única que había encontrado en el hall del establecimiento. Un Cosmopolitan de hacía meses. No se le veían las piernas pero sí el culito, oportunamente medio fuera del agua y la espalda. No el pelo porque llevaba una pamela elástica para protegerse del sol. ¿Era necesario? se volvió a preguntar. Porque el bikini era ...
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