Un mundo muy pequeño 2 (el campamento escolar) - Relatos Eróticos

Un mundo muy pequeño 2 (el campamento escolar)

... cerraron por completo la tienda, ambos se las quitaron dejándome ver sus exquisitos cuerpos desnudos, la verdad puse nuestra tienda un poco más apartada de las demás y no habría razón para que alguien llegara a acercarse.

En ese momento tenía un pants puesto y ambos nenes bien calientes que eran me lo quitaron de un jalón, y entre los 2 comenzaron a compartir lo que tanto les gustaba, ellos eran de mucha confianza y pues compartían la verga al mismo tiempo mientras no paraban de besarse, como en l exterior había mucho ruido no se escuchaba nada dentro de nuestra tienda, ambos prosiguieron con turnarse mi verga para la penetración, cuando los penetraba a ambos cerraban bien la boca para no soltar gemidos y que alguien nos escuchara, para ser equitativo antes de venirme se la saqué a Pepe de su culito y los puse a los 2 con la cara frente a mi verga para venirme en sus hermosos rostros, como iban a salir de la tienda después de esto ambos se lamieron las caras para no dejar evidencias del semen en sus rostros, se pusieron ropa limpia y salieron a jugar con sus demás amiguitos.

Yo me acomodé el pants y abrí las ventanitas de la tienda para que me entrara aire porque hacía un poco de calor, al salir me voy a sentar a una de las mesas que habían para cenar algo, yo ya estaba por terminar mi cena de carne asada cuando alguien me toca el hombro, y nada más volteo la mirada y no era más que Milán quien me saludaba, yo la verdad me alegré al verlo, se sentó a mi lado y también empezó a cenar, mientras cenábamos me dijo que vino solo porque sus padres no pudieron venir con él, no importaba al menos pudo asistir, cuando ambos terminamos la cena me pidió que lo acompañara, mientras caminábamos nos estaríamos adentrando a un bosque al cual no podíamos tener acceso ya que tenía unos lazos amarrados como diciendo que estaba prohibido.

El nene insistía que entráramos y mientras lo hacíamos observaba que nadie nos viera, pero solo vi a los padres y maestros distraídos cuidando a los niños, como era un terreno muy grande de más de 10 hectáreas el niño me iba alejando mucho de la civilización, cuando llegamos al destino precisamente en un corral abandonado el niño tenía sus mochilas escondidas.

-qué pasó Milán, por qué tienes tus cosas aquí y no en el campamento?

M-………….

-Milán, dime porqué tienes tus cosas aquí?

M-No tengo tienda de campaña

-¿cómo se atrevieron tus padres a mandarte al campamento sin tener una tienda?

M-porque les dije que compartiría tienda con alguien de mi salón, pero en realidad nadie quiso.

La verdad sí me molestó una vez más que haya mentido para salirse con la suya de venir acá, pero no iba a dejar que durmiera, ¡en un corral!, si es que tenía pensado dormir en ese lugar, le dije que dormiría conmigo en mi tienda, el nene se alegró un poco y me dio un abrazo como forma de agradecimiento y me quedó mirando fijamente, le recordé que no le haría nada que él no quisiera y me volvió a decir que no me preocupara por ...