Mi tío el camionero XI V - Relatos Eróticos

Mi tío el camionero XI V

... brazos y piernas enormes, una gozada poder estar con aquel tipo en ese momento. Braulio bajo varios escalones y se sentó en una de las orillas del jacussi, abrió sus brazos apoyándolos en las orillas, después me miro atentamente.....

- que hacer muchacho, no quieres meter?

- si, siiiii....peroooo es que?

- jajajaja, no tienes bañador tu verdad, jajajaja, miraaaa....

Braulio , se incorporo, volví a verlo depie ahora en el agua, su bañador mojado había ceñido su polla todavía más al cuerpo, era un espectáculo de bulto, lo vi reclinarse y del tirón bajo su slip hasta los pies, después lo saco por sus pies le dio varias vueltas con su mano y lo lanzó hacia mi. Braulio se había quedado desnudo, gloriosa polla y huevos le colgaban, estaba flácida, pero le colgaba como una gran morcilla gorda y larga que me daba a pensar en cómo podría ponerse cuando estuviera erecta....

- a ver Pedrito, puedes ponerte mi bañador tu, o hacer que yo, entrar en pilotas noooo? Jajajaja.

- vale, valeeeee....está bien, no te rías de mí, no sabía lo que hacer.

- pues bañate como yo, gustas más.

No lo pensé más, deje caer mi albornoz, me quedé en pelotas y me dirigí al jacussi un tanto tembloroso y con timidez, baje las escaleras, y tome asiento en el lado contrario a donde estaba el sentado. Enseguida el calorcito del agua y las burbujas salpiqueantes, me introdujeron en otro mundo, cerré los ojos e imaginé a aquel hombre tomándome entre su cuerpo, estrujandome contra sus pectorales, de pronto sentí un pie acariciando mi pierna que subía despacio y bajaba por mi piel haciéndome caricias y poniéndome la piel de gallina, pegue un pequeño suspiro, Braulio no dejaba de mirarme fijamente, me seducía a la vez que me afrontaba, me ponía muy caliente, ahora su pie, se introdujo directamente sobre mi polla, sus dedos largos y gordos masajeaban mi polla, mientras que el otro se metía por debajo de mi culo intentando acariciar mi ano, aquello me estaba excitando demasiado y el lo sabía, empecé a suspirar, a dar algún pequeño gemido, muy pronto me atrapó entre sus pies rodeando mi cintura y sin mucho esfuerzo mi cuerpecito fue atraído contra el..

Fui deslizándome por el agua con el impulso de sus pies, me vi atrapado entre ellos que me llevaron justo a parar contra su pecho, el me agarró por las nalguitas y me pegó contra su pecho, mi cara se quedó a pocos centímetros de su boca, era evidente que aquello iba a calentarse y así fue. Braulio unió su boca a la mía, no se fue con tonterías, empezó a darme un buen morreo, se comió literalmente mi boca, sentí su lengua en mi campanilla y mis labios sucionados por los suyos, sus brazos ahora me apretaban contra el sin ningún tipo de oportunidad de salir corriendo, tampoco quería, los dos estábamos ya completamente enrolados en una serie de besos húmedos y profundos, nuestras lenguas lamían el uno al otro, nuestra saliba ya se compartía entre los dos, sentí como agarraba mis cachetes y me sentaba sobre sus piernas, ...